Los socios de Auna crean una firma con los restos del holding
El próximo 23 de septiembre los accionistas de Auna celebrarán una junta extraordinaria donde se ratificará definitivamente la venta de su negocio del cable a Ono. Esta junta va a suponer la escisión de Auna Operadores de Cable a favor de una nueva sociedad de responsabilidad limitada en la que los propietarios del grupo mantendrán una participación proporcional a la que mantienen en Auna, según lo han comunicado en un anuncio oficial.
La nueva sociedad agrupará los únicos activos que le quedan al holding, una vez se ejecute la venta de su red fija a Ono y la venta de Amena a France Telecom. Los activos que quedan son la participación del 17,64% en Hispasat y lo que resta de Quiero TV, cuyo valor contable es de más de 23 millones de euros de acuerdo con los datos del balance de escisión.
Pero la nueva organización acumula una deuda de más de 31,4 millones de euros, un dato chocante dado que Auna aseguraba haber saneado su balance con la venta del cable y de Amena. Fuentes cercanas a la operación aseguran que este pasivo se corresponde con picos relacionados con las inversiones de Hispasat y Quiero TV que han quedado al margen de las citadas transacciones de móviles y cable.
La última incógnita en el desmantelamiento de Auna es saber si realmente esta nueva sociedad se crea para facilitar la venta de la participación de Hispasat, como se dijo con anterioridad. Por el momento, las fuentes consultadas afirman que no hay ninguna intención de vender este último activo, una transacción que podía haberse resuelto en esta misma oleada de ofertas.
Por el momento, los accionistas recibirán la misma cantidad de participaciones en la nueva sociedad que las que mantenía en Auna Operadores de Telecomunicaciones, pero con una devaluación del valor nominal de sus acciones que pasa de 60,10 euros a 0,63 euros, sin recibir ninguna otra compensación.