El Ibex baja por quinta sesión consecutiva y pierde la cota de los 10.100 puntos
La Bolsa sufrió ayer su quinto descenso consecutivo en la que viene siendo la peor racha de este año. Con un 0,45% de caída en la sesión, el Ibex perdió la cota de los 10.100 puntos y se va alejando de los máximos alcanzados la semana pasada.
La Bolsa española no sufría cinco sesiones seguidas de descensos desde septiembre de 2003. Durante los últimos cinco días ha acumulado una caída del 1,31%; cifra no muy abultada -las ha habido peores este año en una sola sesión-, pero sí significativa porque se ha prolongado en el tiempo más de lo recordado.
Ayer, una vez más, fue el impacto de la escalada del petróleo, esta vez sobre los precios a la producción de Estados Unidos, lo que arrastró a las Bolsas europeas. El indicador subió un 1% en julio debido a los elevados costes energéticos, después de mantenerse estable en junio.
'A pesar de que la Fed la Reserva Federal no observa presión en la inflación, el crecimiento de los precio de las materia primas preocupa y en especial los niveles alcanzados por el precio del petróleo', señalaban ayer en su nota diaria los analistas de Bankinter.
Los números rojos proliferaron en las Bolsas europeas, que ya desde por la mañana arrastraban el negativo cierre de Wall Street de la víspera. La prolongación de los descensos alejó un poco más a las Bolsas de los máximos de tres y cuatro años que habían alcanzado el pasado miércoles.
El Euro Stoxx 50 se dejó un 0,28% en la sesión, mientras que índices como el Cac parisino o el Dax de Fráncfort cedieron un 0,11% y un 0,25%, respectivamente.
El Ibex perdió un 0,45% arrastrado por Santander (-0,89%), Repsol (-0,21%) y Endesa (-0,29%) y se colocó en los 10.094,1 puntos, el nivel más bajo de las últimas ocho sesiones. El máximo del 10 de agosto lo marcó en los 10.229,2 puntos.
Los analistas técnicos de Renta4 quitaban ayer hierro al descenso en su nota diaria: 'El escenario actual sigue siendo apto para posiciones compradoras, si bien pueden seguir apareciendo fases correctivas cuyo objeto sea la consolidación de los niveles alcanzados. Permanece, por tanto, el sentimiento alcista de fondo'.
Las Bolsas europeas no fueron capaces siquiera de aprovechar el descenso del precio del petróleo, que cayó a pesar de descender los inventarios de crudo en Estados Unidos. Tampoco se sumaron a las subidas de Wall Street, cuyos índices iniciaron la sesión impulsados por los buenos resultados de Hewlett-Packard. La compañía se anotó una subida de más del 14% tras superar sus resultados las previsiones del mercado. Ello animó la cotización de las compañías tecnológicas. Al cierre, el Nasdaq ganaba un 0,38%. El Dow Jones y el S&P 500 se anotaron alzas del 0,35% y del 0,07%, respectivamente.