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Cabo Cañaveral intenta retener el turismo espacial

Hasta los astronautas juegan al golf. También pescan y hacen surf y, de vez en cuando, les gusta tener una velada romántica. Este es el resumen de una campaña promocional que se está organizando para la Costa Espacial de Florida, una extensión de 115 kilómetros en las playas del lado este de la península que incluye el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral. Los futuros anuncios mostrarán modelos en traje espacial jugando golf, observando animales y brindando con champán.

La campaña marca una diferencia con respecto a décadas de anuncios centrados en el Centro Espacial Kennedy, el lugar de despegue de cientos de misiones espaciales, incluida la del transbordador Discovery, que regresó a Tierra el martes de la semana pasada. 'El programa espacial nos trajo fama, así que lo estamos conservando en nuestros planes', explica Rob Varley, director ejecutivo de la Oficina de Turismo de la Costa Espacial de Florida. 'Pero el transbordador estará fuera de escena pronto y tenemos que mostrar qué más tenemos para ofrecer'. El presidente Bush planea clausurar este programa para 2010, y hacer que la NASA se dedique a llevar al hombre de vuelta a la Luna e, incluso, a Marte. El pasado viernes, la agencia lanzó una sonda de exploración rumbo al planeta rojo.

El Centro Espacial Kennedy, que inyecta unos 1.200 millones de euros a la economía del condado de Brevard, tiene 14.500 contratistas y empleados de la NASA. Pero cada vez desempeña un papel menos importante en la industria turística. 'Cabo Cañaveral atraía alrededor del 25% de los visitantes antes de que el Challenger explotara en enero de 1986. Desde entonces, Puerto Cañaveral ha surgido como el segundo puerto de cruceros más transitado del mundo después de Miami, y las atracciones espaciales sólo congregan a un 4% de los turistas de la región', dice Varley. Cada año llegan más de 4,5 millones de pasajeros en cruceros y barcos casinos, cuatro veces más que hace una década.

'El programa espacial nunca se recuperó del todo del Challenger, pero eso también significa que no hay tanto que perder', comenta Mark Vitner, economista jefe de Wachovia en Charlotte, Carolina del Norte. 'La economía local está más diversificada ahora que en 1985'. Ese es el punto que las autoridades locales quieren destacar en los nuevos anuncios, que aparecerán en octubre.

Creada por The Zimmerman Agency, la campaña publicitaria mostrará a un astronauta vestido con su traje de la NASA bronceándose en la playa, viendo águilas y cocodrilos con prismáticos y apreciando arte. Los anuncios rompen así con la publicidad que se centró en el programa de transbordadores. 'Decidimos darle la vuelta y hacer que el espacio venda todo lo demás', indica el fundador de la agencia, Curtis Zimmerman.

Mientras, en el Centro Espacial Kennedy hacen reformas. En 2007 abrirán una atracción de 48 millones de euros y 4.000 metros cuadrados llamada Shuttle Launch Experience. Cada hora, 1.200 personas podrán subirse a este simulador de un transbordador que reproduce el ajetreo del despegue. Y si los legisladores deciden cancelar las misiones tripuladas, quizá hasta los astronautas acaben yendo.

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