Piensa global, actúa local
La fuerte demanda y las incertidumbres políticas vuelven a empujar al alza el precio del petróleo. El abandono el martes de los 63 dólares por barril se debe más a la recolección de beneficios que a la mejoría de alguno de los factores de presión.
El incremento de 300.000 barriles diarios anunciado por la OPEP, que aumenta la producción total hasta los 30,4 millones de barriles diarios, es un buen recordatorio político de que el cártel de productores entiende que minimizar los efectos sobre la economía mundial va en interés de todos (...).
En el frente económico amplio, el petróleo ya no es el potente factor que una vez fue. En la mayor parte de los países desarrollados, los procesos de producción son menos dependientes de la energía (...) y con el surgimiento de una economía de los servicios, las manufacturas representan una proporción menor del PIB.
Por lo tanto, un crudo más caro dañará menos el crecimiento que durante las crisis de los años setenta y ochenta. Con todo, hay razones para preocuparse. Las medidas políticas no deben ocuparse del precio, sino de las incertidumbres sobre el abastecimiento: la eficiencia energética y la seguridad energética van juntas, de la misma manera que el ahorro y la innovación. No sólo los Estados, sino las autoridades locales y los hogares deben pensar sobre las medidas a tomar.