Repsol y Cepsa siguen dominando las gasolinas tras cinco años de moratoria
El intento de introducir competencia en la venta de combustibles con la prohibición a Repsol y Cepsa de aumentar su red de estaciones de servicio arroja, cinco años después, un pobre balance. El negocio sigue concentrado en los mismos operadores, ya que ambas petroleras mantenían en 2000, año en el que entró en vigor la moratoria, una cuota de mercado del 63,8%, frente al 62,2% con el que cerraron 2004.
La medida formó parte del paquete liberalizador que aprobó el Gobierno del PP en junio de 2000 y el objetivo no era otro que favorecer la apertura de nuevas estaciones de servicio al resto de operadores.
Los responsables del Ministerio de Economía consideraron entonces que así lograrían impulsar la competencia y con ella favorecer una mayor diferencia de precios entre surtidores.
La prohibición a Cepsa expiró en junio de 2003 y la referida a Repsol acaba de hacerlo este año y, sin embargo, un análisis pormenorizado de las cuotas de mercado (definidas como ventas totales de hidrocarburos) pone en evidencia que, pese a los movimientos registrados por algunas pequeñas compañías, la distribución continúa concentrada en las dos empresas líderes, incluso después de que ambas hayan reducido en términos absolutos el número de puntos de venta (ver ilustración).
La iniciativa del Gobierno ya recibió en su día duras críticas por parte de todo el sector. Las dos principales empresas rechazaron una medida que calificaron de intervencionista en un mercado ya liberalizado completamente desde 1998.
Por su parte, los propietarios de estaciones de servicio también rechazaron entonces la nueva norma porque la consideraban insuficiente. Recordaron que la puesta en marcha de una gasolinera requiere una fuerte inversión, de al menos unos 600.000 euros, a la que sólo pueden hacer frente las grandes compañías y echaron en falta que el Ejecutivo no reformara las, a su juicio, duras condiciones que aplican las petroleras en los contratos de abanderamiento.
Además, advirtieron de las trampas que contenía la propia norma. Una de éstas era la forma en la que la iniciativa había sido planteada. La prohibición sólo hacía referencia al número total de puntos de venta. Así, ambas compañías han aprovechado estos años para llevar a cabo lo que ellos mismos califican como la 'optimización de la red', o lo que es lo mismo, cerrar los surtidores menos rentables y a cambio aumentar su presencia en los enclaves más estratégicos.
Prueba de estas prácticas es comprobar cómo en 2000 Repsol contaba con una cuota de mercado del 41,5% y dos años y medio después, pese a haber reducido el número de puntos de venta, logró vender el 42,1% de todo el combustible comercializado.
En el caso de Cepsa el aumento de la cuota de mercado fue mucho más moderado, ya que pasó de controlar el 22,3% de las ventas en 2000 a un 22,6% en 2002, también después de una sensible reducción de su red de estaciones de servicio.
Y mientras, ¿qué han hecho el resto de operadores? En términos absolutos, la red total de puntos de venta apenas ha sufrido variaciones al pasar en 2001 de 8.524, incluidas gasolineras de marcas blancas, hipermercados y cooperativas, a un total de 8.687 el pasado ejercicio.
Sólo 163 instalaciones más en cuatro años frente a un ritmo de 450 aperturas anuales que era el 'nivel óptimo' pronosticado por el Gobierno en 2000.
Destacar que en estos últimos años Galp ha comprado el negocio de ventas directas de BP Energética, Disa adquirió buena parte de la red de Shell y los hipermercados han continuado ganando cuota de mercado, sobre todo gracias a instrumentos de fidelización, como las tarjetas, y fuertes descuentos, según explican desde la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP).
Pese a los pobres resultados de la moratoria, cabe la duda de qué habría ocurrido de no aplicarse. Aunque en el sector no existe una opinión unánime al respecto, no es descartable que las dos empresas líderes hubieran ampliado su red de surtidores para ganar aún más cuota de mercado.
En busca del descuento de los híper
Desde hace una década las grandes superficies comerciales venden también combustible en surtidores instalados en sus establecimientos. Pero su volumen de negocio es aún muy inferior al de sus competidores, de las 8.687 gasolineras existentes a finales de 2004, tan sólo 194 eran de superficies comerciales, mientras las mayoristas tienen 7.493. Las 1.000 restantes son de cooperativas o gasolineras de marca blanca.Pese a las expectativas iniciales, el crecimiento de las estaciones de servicio ligadas a superficies comerciales está siendo más lento de lo esperado por las trabas de las administraciones locales para otorgar las licencias correspondientes. Entre 2002 y 2004 los hipermercados abrieron 73 gasolineras, mientras los mayoristas disminuyeron en ocho su número de estaciones de servicio. Las primeras empresas en comercializar carburante fueron Alcampo y Caprabo, que al igual que el resto de hipermercados lo vieron como una oportunidad de dar un valor añadido a su marca y ofrecer productos de interés a sus clientes.Sin llegar a una verdadera guerra de precios con la competencia, los híper ofrecen descuentos por la compra de carburante, en la mayor parte de las ocasiones ligado a formas de fidelización del cliente o vales de compra. Las rebajas varían desde el 4% al 10% del total de la compra, en el caso de Carrefour, a los dos euros por 60 litros de combustible que descuenta Eroski. Es más, en la lista de Industria, de las 20 gasolineras con precios más bajos de España, hay algunas propiedad de Eroski, Caprabo y Sabeco, informa Laura Salces.