Melilla refuerza las ayudas fiscales para atraer inversiones empresariales

La Ciudad Autónoma de Melilla cuenta con una fiscalidad y ventajas arancelarias que pueden hacer que se convierta en punto de mira de grandes y pequeños inversores y del establecimiento de sociedades y empresas. Esta podría ser una de las vías de revitalización para una ciudad hasta ahora demasiado dependiente de su comercio con Marruecos.

Estas ventajas suponen, según el presidente de la Sociedad Pública de Promoción Económica de Melilla (Proyecto Melilla), José Manuel López Bueno, 'una oportunidad desaprovechada por parte de las empresas europeas y españolas. Empresas como las de telemarketing, internet , comercio electrónico, domiciliación de sociedades holding, etc. Tipos de negocio que en los que la ubicación física de la empresa no es determinante para el cliente pero sí para la empresa y su competitividad'.

Con beneficios fiscales como el del 50 % de bonificación en el impuesto de sociedades, 'en igualdad de condiciones, el beneficio obtenido es del 17,5% superior al de una empresa radicada en la Península', afirma López Bueno.

Aunque las distintas ayudas a la inversión permiten llegar a subvenciones a fondo perdido del 55% del total de la inversión, para Juan José Imbroda, presidente de la ciudad autónoma, esto no basta para explicar el aumento de las inversiones: 'Melilla es un destino privilegiado de inversión por sus ventajas fiscales, su especial régimen arancelario y su localización estratégica'.

En Melilla, Sociedades e IRPF tienen bonificación del 50%. No se aplica IVA y el tipo máximo de su impuesto local equivalente (IPSI) es del 10%. Su especial régimen arancelario permite que aquellos productos que reciban una transformación mínima tengan libre acceso a los mercados comunitarios sin aranceles ni contingentes. Ventajas a las que añade su condición de puerto franco.