"El problema del sector eléctrico no es la concentración"
Para José Montilla el problema del mercado eléctrico no está en la concentración empresarial, pero subraya que su ministerio ni se va a desmarcar del Libro Blanco ni lo archivará
Sus amplias competencias (industria, energía, telecomunicaciones, comercio, turismo...) no le impiden desempeñar airosamente su cargo de secretario general del Partido Socialista de Cataluña (PSC). Ante la pregunta de cuál de todas las áreas como ministro de las empresas le da más quebraderos de cabeza, José Montilla asegura que 'va por temporadas'. En las últimas semanas han sido los sectores de la energía y el audiovisual los que más tiempo le han robado.
Pregunta ¿Ha leído ya las casi 600 páginas del Libro Blanco sobre la reforma de la generación eléctrica?
'Yo no me siento presionado por las empresas eléctricas, al menos, de momento. Además, las presiones no me afectan'
'No creo que haya ningún movimiento empresarial en los próximos meses, porque todos saben que habrá reformas'
Respuesta No. Hay unas cuantas páginas del Libro Blanco que he leído, pero el libro completo, no. Lo leeré durante el mes de agosto. No es que sea una lectura amena, pero, en este caso, es una lectura obligada para mí. Aunque, lógicamente, conozco las cuestiones esenciales que se abordan, tanto el diagnóstico como las propuestas.
P Hay empresas y analistas que dicen que el Ministerio de Industria no se atreverá a aplicar las recomendaciones del documento.
R El ministerio encargó el libro, pero el libro no lo ha escrito el ministerio, sino un equipo independiente que hace un análisis y formula unas propuestas. Desde el principio dijimos que esas propuestas no serían vinculantes, pero es evidente que no lo hemos encargado para ponerlo en una estantería y que coja polvo, sino como elemento para abrir un debate necesario después de más de ocho años de aplicación de la ley del sistema eléctrico. No vamos a archivar el libro, pero tampoco vamos a trasladar miméticamente sus propuestas, sino que lo vamos a utilizar como punto de referencia, pues queremos oír más voces.
P Por tanto, no se ha desmarcado del documento, tal como indican en el sector.
R No hay un desmarque. Si acaso, hay algunas personas que no entienden el objeto de un Libro Banco. æpermil;ste no se encarga para trasladar sus recomendaciones al BOE, pues sería una grave irresponsabilidad, sino para abrir un debate sobre aspectos que es necesario reformar, algunos, que admiten incluso las propias empresas.
P ¿Cuáles?
R Sólo hay que ver las denuncias cruzadas por manipulación de precios en el mercado mayorista o las distorsiones que provocan los costes de transición a la competencia (CTC) o los problemas de garantía de potencia, por citar elementos que no son menores. El libro hace también recomendaciones sobre la tarifa, con las que coincidirán, seguramente, algunas empresas.
P Una de las cuestiones clave del diagnóstico del Libro Blanco es la concentración empresarial en el mercado eléctrico. ¿Lo tendrá en cuenta la reforma?
R No creo que ése sea el problema fundamental de nuestro sistema. El problema es mucho más complejo. Si miramos a Europa, vemos que hay países en los que no se habla de poder de mercado, cuando hay una concentración mayor que en España.
P Hay empresas que se han manifestado en contra de las propuestas del Libro Blanco. ¿Están presionando las eléctricas al ministerio?
R Yo no me siento presionado, al menos, de momento. Además, los que me conocen saben que las presiones tienen poco efecto sobre mí. Tenemos la obligación de escuchar a todas las empresas del sector, que tienen intereses coincidentes y también discrepancias. En los últimos tiempos se han evidenciado, salvo para pedir subidas de tarifas, las diferencias profundas que hay entre las empresas, fruto de sus diferentes estrategias y del mix particular de cada una.
P A la CNE no se le invitó a participar en el Libro Blanco cuando era presidente Pedro Meroño. ¿Por qué ahora se le encarga un informe?
R La CNE tiene entre sus funciones la de asesorar, pero una cosa es asesorar y otra que a un órgano regulador se le encargue un Libro Blanco. Yo no soy partidario, pues creo que las propuestas tienen más frescura, pueden ser más atrevidas y gozan de más independencia si quien las hace es un equipo de profesionales que no tiene vínculos con la Administración. Sin embargo, quiero conocer también lo que opina la CNE y los operadores técnicos y a resultas de estas consultas pondremos en marcha las reformas pertinentes.
P ¿Qué plazo se da para ello?
R Me gustaría que a finales de año estuvieran, si no aprobadas -pues la tramitación de determinadas modificaciones es compleja-, sí absolutamente claras y decididas.
P ¿Y si la CNE rechaza el contenido del libro, no será un problema?
R La opinión de la Comisión tampoco es vinculante para el Gobierno, pero queremos conocerla. Nos interesa.
P El PSOE prometió en su programa electoral reforzar la independencia de la CNE. Industria tiene preparada la transposición de las directivas europeas sobre los mercados de electricidad y gas, que incluyen las funciones del regulador. ¿Se plasma en ellas esta promesa?
R Mientras no se aborden las reformas a las que he hecho alusión, no vamos a fijar los papeles de las distintas instituciones. Sería empezar la casa por el tejado. Las directivas ya están incorporadas en un 70% u 80% en nuestro ordenamiento jurídico y quedan dos o tres aspectos, no excesivamente relevantes, que están ya en los anteproyectos de ley correspondientes, cuya tramitación se iniciará en otoño.
P El Libro Blanco apunta la necesidad de una subida de tarifas.
R Lo que dice es que el precio ha de reflejar los costes, ya que en estos momentos las tarifas no los reflejan y los deberán ir reconociendo progresivamente.
P El Gobierno también comparte esta tesis y así la recoge su plan de eficiencia energética. ¿Por qué no se ha atrevido a plantear una subida en dicho plan?
R Entre otras razones, porque tenemos el Libro Blanco de por medio y otro plan, el de Energías Renovables, que se aprobará a la vuelta de las vacaciones. Cada cosa a su tiempo. El plan sobre eficiencia energética prevé la asignación de unos recursos con cargo a la tarifa para programas destinados a reducir el consumo. Queremos ahorrar 12 millones de toneladas equivalentes de petróleo, 32 millones toneladas de CO2...
P La clave está en penalizar al que derrocha, pero el ministerio no ha desvelado cómo lo hará.
R La clave es ahorrar y tener un consumo más eficiente con las medidas del plan, y por otro lado penalizar el derroche con la nueva estructura tarifaria el año que viene.
P ¿Prevé algún tipo de concentración en el sector a corto plazo?
R No creo que haya movimientos empresariales en los dos o tres próximos meses. Fundamentalmente, porque todo el mundo sabe que habrá reformas en el mercado y, aunque éstas no tienen por qué ser sustanciales, pues la ley de 1997 es válida en líneas generales, ni crear incertidumbre, sí hay lógicamente expectativas.
P El Gobierno va a abrir en otoño una mesa de diálogo sobre energía nuclear. ¿Por qué esta iniciativa?
R Entre otras cosas, porque conviene reformar el Consejo de Seguridad Nuclear y hacerlo con un cierto debate. Además, tenemos un problema derivado de los residuos radiactivos y la necesidad de ubicar un almacén temporal centralizado (ATC).
P ¿Pero no es la nuclear una energía a extinguir?
R La energía nuclear es fundamental para garantizar el suministro, pero su aportación al mix es y será descendente por el crecimiento de la demanda y porque hay centrales con un ciclo de vida definido. Además, al margen de los debates que se puedan propiciar, no hay ningún nuevo proyecto encima de la mesa, no sólo en España, sino en la mayoría de países europeos. Salvo en Francia y Finlandia, en el resto no hay propuestas, y eso obedece a algo. La energía nuclear tiene un problema no resuelto que es el de los residuos. Es verdad que el kilovatio nuclear es más barato si se descuenta el pequeño problema del almacenamiento y custodia de los residuos. Pero si se internalizan todos los costes, la energía nuclear ya no es tan barata ni tan competitiva.
P Industria va a aprobar las normas técnicas del gas. ¿Se evitarán con ellas las crisis de suministro como la del invierno pasado?
R Tenemos varios problemas respecto al gas. Por un lado, la demanda en España ha aumentado entre un 15% y un 17% anual. Y, por otro, hay tensiones en el mercado internacional por la escasez de oferta y el alza de la demanda de países como EE UU o China. Además, nuestros almacenamientos son insuficientes para el crecimiento de la demanda que estamos registrando. Pero, dicho esto, estaremos en condiciones de garantizar el abastecimiento necesario, tanto para el consumidor doméstico e industrial como para la generación eléctrica.
P Finalmente, el verano transcurre sin problemas en el sistema eléctrico, pese a los augurios de REE.
R Así es, y ha tenido más mérito si tenemos en cuenta que se han registrado varios récord de demanda en un verano con baja hidraulicidad, dos centrales nucleares paradas y poco viento, que ha hecho que la energía eólica sólo haya aportado algunos días un 5% de su potencia instalada al conjunto del sistema.
P ¿Cuál es el escenario de precios del petróleo que maneja el Gobierno para el próximo año?
R El Gobierno anterior elaboró los presupuestos de 2004 con un precio de referencia de algo más de 20 dólares el barril. Nosotros, en el primer borrador de presupuestos de 2005, ya barajábamos más de 34 dólares. Ahora se trabaja con la hipótesis de precios por encima de 50 dólares de media a lo largo de 2007.
Turismo: 'Habrá recursos en el Presupuesto para destinos maduros'
El número de turistas crece, pero los ingresos no lo hacen en igual medida. ¿Cuál es el diagnóstico?
El turismo representa algo más del 11% de nuestro PIB y este año alcanzaremos los 55 millones de turistas extranjeros, frente a 53 millones el año pasado. Cuando se está en esta situación es muy difícil crecer y mantenerse. Aunque no debamos menospreciar a nuestros competidores mediterráneos, hay que tener en cuenta que algunos, como Croacia, por ejemplo, tienen menos camas hoteleras que algunas ciudades españolas. Valorémoslo en sus justos términos. Hay un descenso de los ingresos por el cambio de hábitos, pero aumenta el gastos por turista y día. Es preciso modernizar y actualizar algunos de nuestros destinos maduros.
¿Está la industria en condiciones de adaptarse?
Estamos colaborando en ello. Por ejemplo, la semana pasada tuvimos una reunión con la Junta de Andalucía y representantes de los empresarios de la Costa del Sol para poner en marcha un programa de recualificación de un destino vital para el turismo andaluz. Este año, por primera vez, se incluyen en los Presupuestos unos recursos, el Fomit, destinados a la recualificación de estos destinos maduros.
Industria prepara un plan de competitividad para el comercio. ¿Cuál es el objetivo?
Lo vamos a hacer en colaboración con las comunidades autónomas y queremos que esté listo el próximo otoño. El objetivo es mejorar la transparencia y la formación de precios, en algunos casos, para romper tópicos respecto a la distribución.
¿Cumplirán los operadores los compromisos del nuevo marco sobre la televisión digital terrestre?
Los operadores tendrán interés en que esa transición se dé en el periodo fijado, hasta el 4 de abril de 2010, para el apagón analógico. El acuerdo ayudará a que esa transición se pueda acelerar, en la medida en que los operadores públicos y privados se comprometan. Eso se verá a finales de año, pues para entonces debe haber una oferta importante de programas digitales funcionando. Después, con el esfuerzo de todos, de las comunidades autónomas, los operadores privados, los fabricantes y los antenistas, debemos conseguir que esta tecnología se implante de manera paulatina.
'Telecos': 'Xfera puede quedarse sin licencia si no presenta un plan creíble'
¿Considera adecuada la solución final de la venta del grupo Auna?
Depende de lo que se pretenda. A mí lo que me preocupa es que haya competencia para que se beneficien los consumidores, y es obvio que los nuevos operadores aportarán más competencia al mercado. Hay quien cree que esto no es bueno para Telefónica, pero, al final, la competencia es buena para el conjunto del sistema.
España tiene una actitud muy distinta a la de Francia e Italia ante estas operaciones transnacionales.
Eso tiene que ver con la marcha de la economía española y la eficiencia de algunos sectores como el financiero. El Gobierno español es menos intervencionista que los de estos países. En el caso de Auna, lo que hemos hecho es asegurar, porque nos lo han preguntado, nuestra no intervención. El resto ha sido responsabilidad de los accionistas.
¿Son necesarios los operadores virtuales para que los precios bajen?
Las tarifas en España siguen siendo caras. En Europa hay distintos modelos de operadores móviles virtuales. En Dinamarca son operadores que fueron ganando cuota con una regulación muy intervencionista, y en Francia y Reino Unido son por acuerdos voluntarios entre las empresas. El primer modelo se tradujo a corto plazo en una bajada importante de las tarifas, pero después se produjo un parón en las inversiones. Tenemos que hacer lo posible por que haya competencia y precios más en consonancia con los europeos. La CMT está haciendo un análisis de los 16 mercados y cuando lo tenga avanzaremos en una solución.
Un punto negro en las telecos es el proyecto de Xfera. ¿Perderá su licencia?
Espero que no se llegue a esa situación, pero tampoco lo descarto, pues la prórroga no es indefinida. Xfera debe presentar un proyecto creíble y empezar a operar. De lo contrario, puede quedarse sin licencia.
El Gobierno va a abordar un plan sobre la Sociedad de la Información.
Hemos presentado el plan Imagenio 2010, que incluye un objetivo de convergencia con Europa, el plan Avanz@, y que tenemos el compromiso de aprobar antes de finales de año. Incluye medidas en educación y aprendizaje en la era digital, servicios públicos digitales, hogar y ciudadano digital, etcétera.
Estatuto: 'Tenemos un socio que se deja arrastrar por CiU'
José Montilla organiza así su agenda: de lunes a viernes, el ministerio, y de viernes al lunes, el PSC. La reforma del Estatuto de Autonomía catalán le mantiene muy ocupado.
La reforma del Estatuto de Cataluña se ha encallado. ¿Lo preveía?
La reforma no se ha encallado, sigue su tramitación, pero han aflorado las discrepancias de fondo que existen entre las formaciones políticas catalanas.
Pero el acuerdo entre CiU y Esquerra pone en una situación delicada al PSC.
Al PSC, no, al estatuto. El PSC es una formación política que quiere que haya un nuevo estatuto, pero hay otra formación, Convergència i Unió, que no quiere, y como no puede decirlo abiertamente, porque no es vendible, lo que hace es tratar de estirar y elevar el techo hasta conseguir que la reforma sea inconstitucional y difícilmente avalable por nosotros.
¿Y el caso de sus socios de Esquerra?
El problema es cuando hay unos socios que, fruto de la presión y de los complejos, se dejan arrastrar por CiU. La referencia a los derechos históricos y el apartado competencial, tal y como han pactado ERC y CiU, es hoy difícilmente avalable por nosotros, por no decir imposible.
¿Se puede reconducir la situación?
Este es un proceso largo. Vamos a tratar de buscar soluciones hasta el último momento, porque somos los más interesados. Por nosotros no quedará.
¿Habrá ruptura del tripartito y elecciones?
En política todo es posible, pero esta no es una hipótesis que yo baraje en estos momentos.