Los ataques piratas en el mar disminuyen a causa del 'tsunami'
Entre enero y junio se produjeron 127 asaltos a barcos, 55 menos que en ese periodo en 2004
El Cielo di Milano navegaba el pasado martes a 137 kilómetros de las costas de Somalia cuando dos embarcaciones intentaron asaltarlo. El buque italiano actuó con rapidez y pudo dejar atrás a sus perseguidores. La tripulación puso los motores a toda máquina y activó el sistema antiincendios para evitar, con los chorros de agua, ser abordados. Los piratas abrieron fuego con sus ametralladoras. Hubo suerte, ninguna bala penetró el casco del transporte de 24.000 toneladas. Su carga: gas.
Los asaltos piratas no son cosa del pasado. Así lo atestigua un informe recientemente publicado por la Oficina Marítima Internacional (IMB, en sus siglas en inglés). En el primer semestre de este año se produjeron 127 ataques a barcos en todo el mundo. El año pasado, por estas fechas, se habían contabilizado 182 casos. Al finalizar 2004, esa cifra había aumentado hasta alcanzar los 325 incidentes.
'Se ha producido una disminución general del número de asaltos. El tsunami podría ser una razón. Por otra parte, la policía está llevando a cabo más actuaciones. Todavía tenemos que ver cómo evoluciona el resto del año', explica desde Essex (Reino Unido) Jayant Abhyankar, subdirector de la IMB.
'Las compañías no suelen informar de los incidentes porque les puede encarecer el seguro', sostiene un centro americano que cifra en 16.000 millones de dólares las pérdidas derivadas de los ataques
Indonesia concentra un tercio de los ataques, pero, en los dos meses que siguieron al maremoto que arrasó la zona el pasado diciembre, no se produjo asalto alguno. 'Muchos piratas se ahogaron o perdieron su equipo con el tsunami. También decreció el tráfico marítimo en la zona. Pero a estas alturas ya han quedado atrás esos efectos', sostiene Anne Korin, codirectora del Instituto para el Análisis de la Seguridad Global (IAGS, en inglés), con sede en Washington (EE UU).
Si bien el sudeste asiático es la zona más problemática del mundo, en los últimos años han surgido otros puntos calientes, como Somalia o Nigeria. Incluso Irak, a pesar de la presencia de la Armada de EE UU, ha registrado cuatro incidentes. Los datos de la IMB muestran cómo, en la última década, el número de acciones piráticas se ha triplicado.
'Algunas veces, los piratas secuestran a la tripulación para obtener rescates, otras roban el cargamento. También hay ocasiones en las que se hacen con el barco, lo vuelven a matricular y lo revenden', indica Korin. Y añade: 'De un tiempo a esta parte ha habido un notable incremento en ataques a buques cisterna. Son blancos lentos y fáciles de abordar, tienen tripulaciones pequeñas, su carga es muy lucrativa y pertenecen a compañías dispuestas a pagar rescates'.
Para Abhyankar, el hecho que hace de la piratería un negocio rentable es que 'las posibilidades de ser atrapado son muy pequeñas. Pueden salirse con la suya'. Además, como informa Korin, 'muy a menudo, las compañías no informan sobre los incidentes porque les puede suponer un encarecimiento del seguro'. En el IAGS estiman en 16.000 millones de dólares al año las pérdidas ocasionadas por la piratería.
La mayor parte de los asaltos se producen en los estrechos o en puntos cercanos a la costa. A excepción de los buques israelíes, los barcos no suelen ir armados. 'Para defenderse instalan vallas eléctricas que impiden abordajes desde el exterior', dice el subdirector de la IMB. 'Sin embargo, los petroleros no las pueden utilizar por motivos de seguridad'.