Más fiesta en la calle que en el ruedo
La siempre populosa, festiva y colorista feria de San Fermín, de Pamplona, finalizó ayer sin un claro triunfador en el ruedo. La denominada feria del toro hizo honor a su apelativo, pues a la plaza Monumental saltaron ejemplares de gran presencia y trapío. Fracasaron las consideradas corridas toristas (Cebada Gago, Miura y Dolores Aguirre) y triunfaron dos hierros considerados comerciales, Jandilla y Juan Pedro Domecq, que lidiaron sendos toros de mucha bravura y transmisión a los tendidos.
Muchos toreros dieron la talla, aunque ninguno alcanzó un triunfo resonante. Dos orejas obtuvo el rejoneador Sergio Galán, que salió victorioso de su competencia con el navarro Pablo Hermoso de Mendoza, que únicamente cortó un trofeo. En la apertura del abono, el día 5 de julio, se celebró una novillada con picadores en la que Álvaro Justo también logró un apéndice.
En las ocho corridas mayores, destacaron Fernando Robleño, Francisco Marco, Serafín Marín, López Chaves, Juan José Padilla, César Jiménez, Salvador Cortés, Miguel Abellán, El Juli y Miguel Ángel Perera. Todos cortaron una oreja, excepto Marín, que dio una vuelta al ruedo, y Chaves, que paseó en dos ocasiones.
Por intensidad, las faenas más logradas fueron las compuestas por Cortés, Abellán y El Juli; el primero, ante un toro muy bravo de Jandilla, el segundo a un toro excelente de Juan Pedro Domecq y, el último, a uno enrazado de Fuente Ymbro. De los otros triunfadores, Robleño se impuso por su garra, Marco por su voluntad, Marín por su firmeza, Padilla por su vibración y Jiménez por su populismo.
En la corrida de ayer hizo su debut en Pamplona la ganadería de Victorino Martín. Había gran expectación por ver el comportamiento de toros tan singulares en los encierros, y lo cierto es que los famosos saltillos protagonizaron la carrera más rápida y limpia de los sanfermines. Sin heridos de consideración, el peor parado fue el propio ganadero, que en el encierro participó de pastor (los que corren detrás de los toros, para evitar que se paren o vuelvan), y que sufrió un esguince de tobillo. Por la tarde, ya en el ruedo de la Monumental, los victorinos decepcionaron. Sólo dos toros, el lote de Luis Miguel Encabo, se prestaron al lucimiento, y el madrileño, que si los hubiera matado bien, se hubiera convertido en el gran triunfador de la feria, se justificó muy dignamente.
Novedades en el recorrido y la plaza
Ocho encierros se han celebrado en Pamplona. Abigarrados, generosos en sustos y confusos, los encierros matinales de los toros que se iban a lidiar por la tarde han sido los protagonistas de San Fermín. Aunque las contusiones son inevitables, afortunadamente no ha habido heridos graves. El recorrido del encierro pamplonica presentaba este año una importante novedad: en el suelo de las calles se había colocado un pavimento antideslizante, para evitar en lo posible los resbalones de los toros. No obstante, todas las mañanas, resbalaban como siempre en la curva de Mercaderes, e incluso el primer día un ejemplar de Santiago Domecq se partió un pitón. Este año, la plaza ha lucido limpia y remodelada: para acomodarse a la normativa de seguridad se ampliaron los vomitorios, se aumentaron las filas de tendido bajo y se disminuyó el diámetro del ruedo.