La nave 'Discovery' vuelve a despegar
Los transbordadores retornan al espacio. En febrero de 2003 los siete tripulantes del Columbia murieron en una explosión poco antes de tocar tierra. Hoy, con el mismo número de ocupantes, parte una nueva expedición desde Cabo Cañaveral (Florida, EE UU) a bordo del Discovery. El despegue está fijado para las 15:51, hora local (21:51 en España), y su misión es abastecer a la Estación Espacial Internacional. Hay un 40% de posibilidades de que el tiempo impida la partida, que podría retrasarse hasta el día 31.
El nombramiento de Michael Griffin como director de la NASA, en marzo pasado, supuso un impulso para los viajes tripulados. Griffin sigue las directrices del presidente Bush, quien apuesta por la iniciativa privada en su política espacial. La aeronáutica Boeing, encargada de los transbordadores, es la principal subcontratista de la NASA.
Estas naves nacieron hace casi 40 años para reducir los costes de la conquista espacial, gracias a que son reutilizables. Pero su mantenimiento ha resultado mucho más caro de lo previsto. La partida del programa en 2005 es de 4.964 millones de dólares, un 20,9% más que en 2004, lo que supone el 30,6% del presupuesto total de la NASA (16.244 millones), que solo ha subido un 5,6% respecto al año anterior.
El retiro de las naves está previsto para 2010, cuando entrará en funcionamiento un nuevo tipo de vehículo tripulado. Hasta entonces, los vuelos serán frecuentes, asegura la NASA. Según Bo Bejmuk, director del programa de Boeing para el orbitador (parte habitable de la nave), su empresa 'podría prestar apoyo a unas cinco o seis expediciones anuales'. Con las previsiones actuales, cada viaje saldrá por unos 1.000 millones de dólares.
Una de las mayores fuentes de gasto de los transbordadores son las averías, a las que son muy propensos debido a su antigüedad. Un consejo independiente determinó que el accidente del Columbia fue provocado por una pieza de gomaespuma que se desprendió del depósito de combustible en el despegue, y que dañó el sistema de protección térmica del orbitador.
El consejo hizo 15 recomendaciones de seguridad, de las cuales, según los críticos, aún no está resuelto definitivamente el problema del impacto de un objeto externo, y tampoco se ha diseñado un sistema fiable de reparación en pleno vuelo.
Bejmuk asegura que han 'intentado cumplir las recomendaciones en la medida de lo posible y de lo práctico'. El nuevo revestimiento del depósito lleva calentadores eléctricos para evitar que se forme hielo, la causa del desprendimiento. También incorpora una cámara para filmar los lanzamientos y detectar anomalías.
El Discovery voló por primera vez en 1984, y es el transbordador más antiguo en activo. De nuevo, tendrá que dar la cara por la NASA: ya fue el primero en salir después del desastre del Challenger, en 1986.