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Columna
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Más población, modificaciones en la EPA

La encuesta de población activa es el indicador más fiable del empleo y del desempleo. Los medios de comunicación suelen hacer eco de sus cifras y los diferentes partidos políticos lo utilizan para glosar sus propios logros, si son positivos, o para criticar al adversario, si son negativos. Estos datos de la EPA son la fuente más usada por los estudiosos del empleo, y además son las estadísticas homologadas con las europeas. La cifras de la EPA alzan o hunden Gobiernos, nos acercan o nos alejan de Europa -estadísticamente hablando- y son utilizadas como base de cálculo para los tan deseados fondos estructurales. Podemos figurarnos la tentación que los sucesivos Gobiernos habrán experimentado de aliñar sus resultados. Sin embargo, creo que todos han resistido a la manzana tentadora. Y, por otra parte, existe toda una tradición de independencia del INE a los caprichos políticos coyunturales. A día de hoy, la EPA, gracias a la profesionalidad de sus funcionarios, sigue guardando su prestigio intacto. Llegados a este punto deberíamos preguntarnos: ¿qué es la EPA?

La EPA es 'una investigación por muestreo, de periodicidad trimestral, dirigida a las familias y realizada por el INE. Cada trimestre se entrevista aproximadamente a 200.000 personas en 65.000 hogares'. Una muestra de tal tamaño hace que la EPA sea bastante fiable. En todo caso su universo muestral es uno de los más amplios de cuantos se realizan en Europa.

En España se utilizan dos indicadores para medir el paro. Uno es la cifra de parados registrados en el Inem, dato que proporciona mensualmente el Ministerio de Trabajo, el otro lo proporciona la EPA. ¿Cuál es más fiable? Pues son distintos. Las cifras del Inem sólo recogen a los parados apuntados en una oficina de empleo, mientras que los del INE nos indican el conjunto de parados, estén o no inscritos en las oficinas del Inem. Lógicamente, la cifras de parados EPA es superior a la del Inem. La estadística más usada para cualquier tipo de comparaciones y homologable con los parámetros europeos es la de la EPA,

La EPA se adaptará a los cambios y seguirá siendo el mejor indicador de lo que acontece a nivel laboral y poblacional en España

El INE viene elaborando la EPA desde 1964, aunque en los tres últimos años ha experimentado significativas modificaciones. ¿Por qué esos cambios? Pues por tres motivos: por actualización de la base de población utilizada, por la nueva normativa de Eurostat y por la modernización del método de la recogida de la información. Nos centraremos en la primera de las causas, por considerarla la más novedosa y determinante. La EPA 2005 ha aflorado más de millón y medio de extranjeros sobre la serie habitual que llevaba publicando, y 48.000 españoles más de los mayores de 16 años. Esta variación poblacional, unido a las nuevas metodologías de encuesta, ha hecho que el paro se reduzca ligeramente hasta el 10,20% actual y que la tasa de actividad suba ligeramente hasta el 56,90%. Si desglosamos por nacionalidad, resulta que los españoles tenemos una tasa de actividad del 55,23% y una tasa de desempleo del 9,75%, frente al 76,15% y 13,96%, respectivamente, de la población extranjera. Estas modificaciones acercan los datos a la realidad. Téngase en cuenta que frente a una llegada estimada de inmigrantes que rondaba los 300.000 por año, desde 2001 han entrado más de 600.000 inmigrantes por año. Era absolutamente imprescindible un cambio en la estimación de población.

Pero las modificaciones no han terminado. Seguimos creciendo, tanto en inmigrantes como en población europea residente en nuestras costas, y esos fenómenos no siempre son fáciles de medir. Otro ajuste que se tendrá que contabilizar son las salidas de inmigrantes. Estimamos que entran más de 600.000, ¿pero cuántos salen? Y los hijos de inmigrantes nacidos en España y nacionalizados como españoles pero viviendo con sus padres, ¿cómo se contabilizarán según las encuestas?

La población es una variable sumamente dinámica en nuestro país. A mediados de los noventa se creía que nunca llegaríamos a los 40 millones de habitantes. Hoy ya somos casi 44 y seguimos creciendo. Afirmar que podríamos alcanzar los 50 millones no pertenece ya al género de la ciencia ficción. La EPA se adaptará, sin duda, a estos cambios; seguirá siendo el mejor indicador de lo que acontece laboral y poblacionalmente sobre nuestro territorio.

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