Merkel no es una dama de hierro

A Ángela Merkel no le gusta ser comparada con Margareth Thatcher, pero después de presentar su programa electoral, la candidata a canciller de la CDU no tendrá que preocuparse más por esto. Las diferencias entre las dos mujeres son claras. Y esto es malo porque (...) si alguna vez ha habido la necesidad y la oportunidad de llevar a cabo reformas thatcheritas en Alemania, éste es el momento (...). Las encuestas de opinión muestran que la mayor parte de la gente espera reformas drásticas de Merkel (...). Pero en lugar de presentar un proyecto para una revolución económica, el programa de la CDU se limita a continuar la cauta reforma política del Gobierno rojiverde.

En lugar de reducir ampliamente los impuestos, los cristianodemócratas quieren subirlos (...). Cambiar algunos de los altos impuestos sobre la renta a impuestos indirectos tiene la ventaja de retirar la carga de los productores (...).

Pero un cambio hacia un impuesto así de sigiloso nos infundiría más confianza si se combinara con una puesta a punto generalizada al Estado de bienestar alemán, que está crujiendo bajo las altas tasas de desempleo, los índices de natalidad en descenso y los planes de retiro anticipado. En cambio, el programa electoral no dice una palabra de esto.