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Informe

La OCDE alerta de un parón en Europa

La zona euro está condenada a crecer sólo un 1% anual si no acelera las reformas económicas necesarias, según advierte la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El saneamiento de las finanzas públicas es la tarea más acuciante del área, junto a la flexibilización del mercado de trabajo.

En un informe especial sobre la zona euro publicado ayer, la OCDE alerta sobre el peligro que se cierne sobre la región de desengancharse del crecimiento económico mundial. La organización, que reúne a los 30 países más ricos del mundo, reconoce que el imparable precio del petróleo y la fluctuación de los tipos de cambio han contribuido a frenar la marcha del club de los doce países de la unión monetaria.

Ahora bien, el problema de fondo siguen siendo las políticas económicas. 'De mantenerse invariables, y teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, el crecimiento de la producción potencial de la zona se ralentizará en las próximas décadas, hasta estabilizarse en un 1% anual en 2020', señala el informe. Este 1% supone justo la mitad del crecimiento económico potencial actual, por lo que la zona euro podría ver mermado su capacidad a casi la mitad en sólo quince años. Esta drástica evolución 'aumentaría considerablemente la distancia respecto a EE UU', donde, según la organización, el crecimiento potencial del PIB será del 2,6% en esa fecha.

La OCDE cree que estas poco halagüeñas perspectivas deben instar a los Gobiernos europeos a acelerar de las reformas prometidas y al saneamiento de las finanzas Sólo así se podrá estimular el crecimiento y, al tiempo, asegurar la viabilidad de las arcas públicas.

La organización pide más movilidad, menos jubilaciones anticipadas y una revisión del coste del despido

'Se hace imprescindible que los presupuestos nacionales se aproximen al equilibrio o sean excedentarios durante todo el ciclo económico', arguye, para hacer frente a la 'presión considerable' que ejercerán a medio plazo los gastos ligados a la población mayor. El organismo con sede en París estima que la población de la zona dejará de crecer en los próximos 25 años mientras que en EE UU progresará de forma sostenida (0,8%). Por ello, exige más transparencia y más realismo en los presupuestos nacionales, que juzga en ocasiones 'demasiado optimistas'.

La organización fustiga también las políticas actuales de empleo, e insta a una 'profunda reforma del mercado laboral' que elimine los obstáculos en el acceso al trabajo. El principal caballo de batalla y más sensible políticamente será la 'flexibilización de la legislación' sobre la protección del empleo (coste del despido), a la que deberían seguir la reducción de las jubilaciones anticipadas, menor presión fiscal sobre el trabajo, la eliminación de los obstáculos a la movilidad geográfica y la reducción del coste de trabajo poco cualificado.

Asimismo, dado el potencial de crecimiento de empleo 'considerable' que presenta el sector servicios, 'hoy muy segmentado', se recomienda 'mantener las principales disposiciones de la directiva de liberalización de servicios', contra la que se han levantado países como Francia. El objetivo es 'eliminar las reglamentaciones que suponen un obstáculo a la competencia en el interior de los países y los intercambios comerciales entre países'.

La innovación es otra de las materias pendientes de la zona euro. La OCDE recomienda basar la remuneración de los investigadores en función de los resultados obtenidos por ellos.

El organismo cree 'razonable'que el BCE mantenga los tipos de interés en el 2%

El organismo aprovecha el informe para lanzar una serie de sugerencias sobre la política monetaria en la zona. Así, juzga 'prudente' la actitud del Banco Central Europeo (BCE), que ha mantenido el tipo director en el 2% desde que la zona euro comenzara su lenta recuperación, en 2003.En este mismo periodo, 'los tipos de interés han bajado considerablemente', por lo que 'sería razonable' que el BCE mantenga su principal tipo de interés en un nivel estable, 'mientras las perspectivas sean acordes con la estabilidad de precios a medio plazo'.Según la OCDE, la política monetaria en Europa 'sólo debería reaccionar si las perspectivas de inflación se modifican', si bien la institución que dirige Jean-Claude Trichet debe 'seguir vigilante'.La institución mantiene en este informe la previsión de que la economía de la eurozona crezca un 1,2% en 2005 y un 2% en 2006. Entre 2005 y 2010, aumentaría de media un 1,9%; y un 1,3% entre 2010 y 2020, 'unos resultados muy mediocres si se tiene en cuenta el objetivo de la Unión Europea de alcanzar el 3% de crecimiento en 2010'.Además, la organización precisa que han aparecido nuevos riesgos para la economía entre los que se encuentra el elevado nivel del precio de la vivienda. Una corrección de los precios en este sector podría ocasionar un efecto adverso en el consumo en los países donde estos precios han alcanzado un nivel elevado, como España.En este sentido, la OCDE estima que el crecimiento del consumo de las familias se frenará en tres décimas este año respecto al anterior, situándose en el 1,5%, para recuperarse parcialmente en 2006 y subir hasta el 2,1% en el conjunto del área.La apreciación del euro es otro facto a tene en cuenta, sobre todo para las empresas que exportan.

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