Sarkozy quiere una inmigración laboral selectiva
El ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, anunció ayer una 'unificación de la política de inmigración' francesa para poder practicar una 'inmigración escogida' de las personas que podrán instalarse en el país.
'Corresponde al Gobierno fijar, en función de las necesidades de la economía y de nuestras capacidades de acogida, el número de personas admitidas para instalarse en Francia', afirmó .
El número dos del Gobierno galo anunció la creación de una administración central única encargada de la inmigración, el asilo y la integración, así como una mayor coordinación entre consulados y prefecturas.
El ministro anunció para otoño un informe sobre el control de las fronteras y aseguró que se creará una misión interministerial para analizar la acogida y la necesidades de inmigrantes en el país.
En este sentido, Sarkozy aseguró que se equipará a unos 200 consulados franceses en el mundo de sistemas biométricos en los dos próximos años, para gestionar la atribución de visas, así como un sistema de puntos destinado inicialmente a los estudiantes, que de ser elegidos recibirán una tarjeta de residencia válida durante tres o cuatro años.
Sarkozy preconizó también un mayor esfuerzo en la lucha contra la inmigración clandestina y un mayor esfuerzo para integrar a los inmigrantes admitidos.
'Si se quiere venir a Francia, hay que respetar nuestras leyes y hay que hacer esfuerzos para integrarse, si no, no se es bienvenido', aseguró el político galo.
En este sentido, el ministro pidió un aumento de las expulsiones de irregulares, que pretende que lleguen a las 23.000 en este año, frente a las 15.000 de 2004.
Además, confirmó la organización de vuelos conjuntos de repatriación con Alemania, España, Reino Unido e Italia.