El crecimiento económico español bajará ligeramente en la segunda mitad del año
El aumento anual del PIB se sitúa por encima del 3% en 2005, aunque en el segundo semestre el consumo privado se desacelerará
Según la evolución y la previsión de nuestro indicador sintético Eriste-5Días, la economía española se mantiene entre las más sólidas, en cuanto a ritmos de crecimiento, en la zona euro.
Para el presente ejercicio prevemos un crecimiento del PIB del 3,2%, con la demanda interna aumentando algo menos de un 5,5%.
Esperamos que el consumo privado dibuje una suave desaceleración a lo largo del año, aunque mantendrá elevados ritmos de crecimiento. La desaceleración comenzará a notarse en el segundo trimestre.
Por otro lado, la formación bruta de capital fijo experimentará un fuerte aumento anual, aunque perderá ritmo a lo largo del año. æpermil;sta vendrá provocada por la desaceleración que presentarán tanto la inversión en construcción como la de bienes de equipo.
æpermil;ste segundo componente de la formación bruta de capital fijo mostrará una pérdida de ritmo levemente más acentuada que el primero.
Por su parte, el fuerte incremento del precio del crudo y la depreciación del euro podrían incrementar más de lo que preveíamos el mes pasado nuestras importaciones.
Con esto, esperamos que las exportaciones netas resten 2,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB durante 2005.
Para 2006, esperamos que se modere suavemente la aportación al PIB de la demanda interna que se situará en torno a los 4,9 puntos.
æpermil;ste hecho vendrá producido por la pérdida de ritmo del gasto de las familias y de la inversión. Sin embargo, esperamos que mejore (debido a un mejor comportamiento de nuestras exportaciones) la aportación negativa del sector exterior que pasará a ser de 1,5 puntos. Con todo esto, el crecimiento del PIB para el conjunto de 2006 se situará en un 3,3%.
España, con problemas de competitividad
Aunque la creación de empleo y el aumento de los niveles de actividad están siendo bastante sólidos, se está concentrando en sectores poco productivos, como son los servicios orientados al turismo y la construcción.A este problema de productividad, se le une que España sigue presentando dos problemas, casi estructurales, contra los cuales tiene que luchar si quiere ser competitiva en la Europa de los 25.Una alta inflación proveniente principalmente de los servicios, que hace que su diferencial con respecto a la media Europea no baje del punto porcentual, y un alto déficit comercial que dificulta el ahorro y por tanto la inversión privada y pública.Hasta ahora, las ayudas comunitarias paliaban parte de este desequilibrio, pero es bien sabido que este hecho no se va a mantener por mucho tiempo.