El dinero acude a los refugios
La historia se repite. Como ya ocurriera en el 11-S y en el 11-M, la primera reacción de los inversores ante los atentados de Londres del pasado jueves fue buscar refugio en lo seguro, lo que en el argot financiero significa, oro y, principalmente bonos.
De hecho, mientras el rendimiento del bono alemán a 10 años pasaba del 3,22% al 3,08%, tras conocerse las explosiones en la capital británica, y aumentaba, por lo tanto, su precio, el oro hacía lo propio y la onza del metal precioso se revalorizaba de 424 a 430 dólares. 'Una vez que se puso de manifiesto que el impacto de los atentados sobre el crecimiento económico no iba a ser tan elevado como en un primer momento se pensaba, estos activos corrigieron', señala David Cano, de Analistas Financieros (AFI), que alude a una sobrerreacción de los mercados.
Para Cano, el efecto, si bien normal, fue algo elevado, de ahí que activos como el oro recuperaran los niveles previos.
En lo que respecta a la renta fija, el otro gran activo refugio en momentos de incertidumbre, la caída de las rentabilidades no obedeció exclusivamente a un aumento del nerviosismo. Según los expertos, los mínimos históricos en los que se encuentran los rendimientos de los bonos no son sostenibles. 'En las últimas semanas estos niveles respondían a la expectativa de que el BCE pudiera rebajar los tipos, pero los mejores datos macroeconómicos que se han conocido deberían haber impulsado la rentabilidad', explica Arlo Carrió, analista de Sabadell Banca Privada, para quien la subida de los precios, tras conocerse las explosiones, además de una reacción normal, no es significativa.
De hecho, tanto Cano como Carrió, esperan una subida de las rentabilidades a corto plazo, sobre todo alejada la posibilidad de un descenso en el precio del dinero de la zona euro, que en determinados niveles habría que aprovechar para tomar posiciones. 'Esperamos que los retornos repunten en las próximas semanas', señala Cano, que espera ver el bono alemán a 10 años entorno al 3,5% -actualmente está en niveles del 3,181%- y el estadounidense entre el 4,3% y 4,5% -que se mantenía el viernes en el entorno del 4,109%-.
De hecho, lejos de apostar por un recorte de los tipos en Europa -comportamiento que ya se dio tras el 11-S cuando la Reserva Federal de EE UU comenzó a implementar una serie de descensos que llevaron el precio del dinero en EE UU del 6,5% del año anterior al 1,5%, su mínimo histórico-, son varios los expertos que consideran que la curva tirará al alza. 'Si existía alguna posibilidad se ha alejado definitivamente teniendo en cuenta que ayer por el jueves había reunión del BCE y podía haber realizado el recorte', afirma Carrió, que sin embargo, no espera una subida a corto plazo.
Otra historia es lo que podría ocurrir en el Reino Unido, donde ayer también había reunión de su banco central. 'Los malos datos económicos que se han conocido, como los relativos a la confianza del consumidor y al menor PIB, podrían presionar para que en la próxima reunión se bajasen', sostiene Alberto Alonso, analista de Inversis Banco. Idéntica opinión mantiene Carrió, para quien es casi seguro que el Banco de Inglaterra modificará sus tasas de interés del 4,75% actual.
En el caso de la Reserva Federal de EE UU, la tendencia que se espera es justa la contraria, de hecho, se vislumbran nuevas subidas. Todo indica que la situación es diferente a la que se vivía cuanto acontecieron los ataques a las Torres Gemelas, cuando, según los expertos, las economías intentaban salir de una crisis, intentó que fue baldío por los atentados terroristas.
Los expertos descartan una bajada de los tipos de interés en la zona euro tras los atentados, pero sí prevén un descenso en el Reino Unido por los malos datos económicos
El petróleo, un viaje de ida y vuelta
Para algunos el comportamiento que registró el precio del barril de Brent la jornada de los atentados es casi inverosímil. De los 60,7 dólares en los que empezó la sesión, llegó a caer hasta los 55,55, un 9,3%, si bien es cierto que no tardó en recuperar el terreno perdido. 'En un primer momento se pensó que las incertidumbres de las bombas tirarían al alza los precios del petróleo', señala Alberto Alonso, analista de Inversis Banco. 'Sin embargo, la idea de que la economía pudiera ir a peor motivó la caída del precio de barril', añade. En pocas horas, logró remontar y cerró la sesión un 0,95% por debajo de los precios del miércoles, en los 59,28 euros.A corto plazo, las previsiones no apuntan a una caída sostenida de los precios. Razones no faltan a los expertos. 'Por el momento, se mantendrá en los niveles actuales aunque cabe esperar que descienda en los próximos meses cuando mejore la economía y se vea que hay una oferta mayor de la que se piensa', señala David Cano, de Analistas Financieros.Con todo, el viernes, después de remontar en el inicio de la jornada, cedía posiciones de nuevo y al cierre caía un 1,82%.