Petróleo a 60 dólares
Con el barril en torno a 60 dólares, los precios aprietan tanto a los conductores particulares como a los negocios. Lo que ningún político admitirá es que poco se puede hacer a corto plazo para alterar el precio (...).
El proyecto de ley energética en marcha en el Congreso de EE UU refleja el retorno a la idea de los setenta de que el mundo se está quedando sin petróleo. Pero de hecho las reservas conocidas de crudo se han doblado desde 1980 (...). Los precios están altos ahora por la combinación de una creciente demanda en el mundo (sobre todo en China y la India) y las preocupaciones sobre el suministro en Oriente Medio, Nigeria y Venezuela.
No están altos por miedo a que las reservas se agoten. Si los precios permanecen así, nuevas fuentes se volverán rentables (...). La eficiencia energética es una consecuencia natural de los crecientes precios (...). La energía solar, nuclear, el hidrógeno y los coches movidos por baterías (...) todavía no son económicamente viables sin subvenciones. No hay razón para sospechar que los sabios del Gobierno tienen la visión para dictaminar por adelantado los ganadores y perdedores energéticos. Mejor será funcionar con el sistema de precios (...) para determinar qué alternativas a los combustibles fósiles pueden ser competitivas y cuáles no.