Toyota renueva su cúpula directiva
Toyota remodeló ayer las cúpulas directivas de sus principales compañías filiales en el mundo y nombró consejero a Akio Toyoda, el nieto del fundador y señalado como heredero para dirigir el primer fabricante automovilístico nipón. La junta directiva dio ayer luz verde a la designación de Katsuaki Watanabe, de 63 años, como presidente ejecutivo.
Watanabe reemplaza a Fujio Cho, de 68 años, quien en seis años ha convertido a Toyota en la mayor empresa japonesa. Hiroshi Okuda continúa como presidente de la compañía
La filial europea también ha sido objeto de cambios. La matriz nipona anunció el nombramiento de Shinichi Sasaki como presidente y consejero delegado de Toyota Motor Europe, el holding de empresas que engloba a todas las filiales europeas del consorcio. Sasaki será así el máximo responsable de todas las operaciones europeas, incluidas la fabricación, desarrollo, ventas y marketing. El nuevo primer ejecutivo sustituye en el cargo a Tokuichi Uranishi, quien se ha convertido en vicepresidente ejecutivo en la matriz.
En EE UU, el segundo mayor mercado para la compañía, la revolución ha sido mayor. El fabricante nipón se saltó una de sus tradiciones más sagradas y designó a un estadounidense como responsable de su filial más rentable. El elegido ha sido Jim Press, de 58 años, quien hasta ahora ocupaba el cargo de vicepresidente y consejero delegado. Su antecesor, Yukitoshi Funo, será presidente del consejo de administración.
Toyota, segundo fabricante mundial de automóviles, obtuvo un beneficio neto de 1,17 billones de yenes (8.637 millones de euros) en su año fiscal 2004-2005, cerrado el pasado 31 de marzo, lo que supone un incremento del 0,8% en relación con el ejercicio anterior y un récord para la compañía, que registra por segundo año consecutivo unas ganancias de más de un billón de yenes.
La multinacional nipona también logró máximos en su cifra de negocio, que se elevó a 18,55 billones de yenes (136.940 millones de euros), un 7,3% más, y en su resultado operativo, que creció un 0,3%, hasta 1,67 billones de yenes (12.328 millones de euros).