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CincoSentidos

Espionaje en la Polonia de la guerra fría

Cualquier parecido con personas vivas o muertas, establecimientos institucionales o comerciales, incidentes o fechas es por completo casual. Javier Rupérez (Madrid, 1941) advierte al lector que El precio de una sombra (Destino) no es una obra autobiográfica, ni en clave. El diplomático y político se estrena en la novela con una historia de espionaje ambientada en los últimos años de la guerra fría, entre la España del tardofranquismo y la Polonia de las primeras revueltas obreras. 'Me interesó mucho Polonia como país y ese momento histórico', justifica el autor.

El precio de una sombra está escrita con afecto, pero sin nostalgia. 'La nostalgia es el deseo de reconstruir el pasado y eso no tiene sentido', asegura Javier Rupérez.

El personaje, Paco Lucas, es un joven diplomático español destinado en Varsovia, que es víctima de una denuncia ante el director general de Seguridad del gobierno franquista. La acusación es triple: tiene pésimas relaciones con su jefe, mantiene contactos regulares con los comunistas españoles exiliados en la capital polaca (la más grave) y lleva una vida moral desordenada. Un arranque digno de un macguffin -un hecho que capta la atención del espectador y que sirve para tirar de la historia- de Hitchcock, un homenaje al Javier Rupérez cinéfilo, que en su juventud ambicionó ser director de cine.

El arranque de la novela es un homenaje al Javier Rupérez cinéfilo

'He sido un admirador sin fronteras del cine americano'. En su época de crítico cinematográfico, Javier Rupérez se dio cuenta de que los europeos descubrieron en las películas de Hitchcock, Ford, Fuller o Mann cantidad de significados de los que se sorprendían los propios cineastas, que confesaban que su única intención era contar una historia. Es lo único que pretende Javier Rupérez. 'Lo que me atrae de la literatura es el cuenta cuentos, la narración', precisa.

Primer libro de relatos, de 1989, fue su primera incursión literaria. El libro recogía bocetos de novelas, algunos de ellos están desarrollados o transformados en El precio de una sombra. Javier Rupérez se confiesa lector compulsivo y su primera novela se aproxima bastante a la literatura que consume. 'Me interesa la estructura narrativa, porque creo que al final es lo que da cuerpo a la novela, y la adecuación del lenguaje, pero nunca como manifestación preciosista'. Esos elementos los ha encontrado en Tolstoi, en Steinbeck, Faulkner, Scott Fitzgerald, en Vargas Llosa y españoles como Muñoz Molina o Andrés Trapiello.

Político y embajador, Javier Rupérez no descarta la autobiografía, pero para más adelante, 'de momento no tengo necesidad apremiante de contar mi vida'. El escritor tiene algo de experiencia en el género. Secuestrado por ETA (1991) es la memoria del secuestro que sufrió a manos de la banda terrorista. Actual director ejecutivo del Comité Antiterrorista de Naciones Unidas, Javier Rupérez cree firmemente que se puede acabar con esa lacra. 'Frente al terrorismo, caben dos actitudes, una es coexistir y otra luchar. Tenemos que se capaces de comprender que se puede acabar con el terrorismo y que no hay ninguna razón para pensar que la única salida sea la coexistencia', asegura.

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