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Mercados

Un petróleo caro para siempre

Petróleo caro para siempre, o casi. Todos los contratos de futuros sobre el Brent de aquí a 2012, la fecha más lejana que se negocia, cotizan a más de 50 dólares por barril, un precio inconcebible hace 12 meses y que se alcanzó por primera vez en la historia en octubre del año pasado. Este salto estructural viene determinado por dos futuros fundamentales: la falta de capacidad de la industria petrolera para refinar derivados del crudo y el empuje de la demanda provocado por el despertar económico de Asia.

'Lo que la curva de futuros del Brent indica es que el mercado cree que el petróleo seguirá siendo tan escaso como hoy; refleja las expectativas de precios a largo plazo', explica Deborah White, de Société Générale. 'La cotización de los futuros hace pensar que el mercado asume muy poca visibilidad sobre los flujos de nueva capacidad de producción', opina Craig Pennington, de la gestora Schroders.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que la industria petrolera precisa de unas inversiones de aproximadamente 13 billones de euros de aquí a 2030 para atender la demanda energética. En este caso, la responsabilidad principal está en Asia. La AIE calcula que el 45% del incremento que ha experimentado la demanda mundial de crudo en los últimos procede de Asia, mientras que la aportación de Europa es del 12%.

La cotización de los futuros del crudo sirve para intuir el sentimiento del mercado, pero no funciona como guía exacta de la cotización. De hecho, los contratos para entrega en este año cotizaban en diciembre por debajo de los 40 dólares por barril. El contrato para entrega en diciembre ha pasado de 38,9 dólares hace seis meses a cotizar ahora a 57 dólares.

Los expertos no solamente rechazan la posibilidad de una caída sustancial del precio del crudo, sino que empiezan anticipar un nuevo récord histórico, tras los 57,65 dólares alcanzados a comienzos de abril. 'El mercado se está centrando en el próximo invierno, cuando la demanda de crudo repunte temporalmente, a consecuencia del consumo de petróleo para calefacción. Este será el test definitivo para las refinerías', afirma White.

La demanda global del cuarto trimestre suele superar en unos cuatro millones de barriles diarios a la del segundo trimestre, que es en teoría cuando el valle estacional hace que el precio del crudo esté más bajo.

Auge de las petroleras

El tirón del petróleo tiene su reflejo en la cotización bursátil del sector. Así, la industria europea gana en lo que va de año un 19,57%, frente al 9,15% que avanza el índice Stoxx. En EE UU, la industria gana de media un 17%, lo que contrasta con la pobre evolución del S&P 500, que ha permanecido casi todo el año en pérdidas.

'Es un sector ganador también a largo plazo, dada la gran cantidad de inversiones necesarias durante los próximos 20 años', opina Clay Hoes, gestor de energía de American Express.

Las posibilidades de un cambio de tendencia son escasas. Así lo admite el gestor de Schroders: 'La única amenaza potencial para los precios del petróleo es un descenso en el crecimiento del consumo asociado con una recesión global, que no es en estos momentos un escenario que contemplemos'.

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