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Fondos

Retorno absoluto para salvar el ahorro

El objetivo de gestión de este tipo de fondos conservadores es superar la rentabilidad que ofrece el euriborPara invertir: fondos

En los fondos de inversión hay varias formas de invertir sobre seguro, es decir, no perder dinero. Eso sí, casi todas ellas ofrecen rendimientos muy escasos, casi siempre por debajo de la inflación. El objetivo es preservar el capital y evitar riesgos y, por lo tanto, cualquier pérdida.

Los Fiamm, los fondos garantizados, tanto en su versión de renta fija como de renta variable (en éstos se recupera el nominal y algo más, y ese 'algo' depende de varias opciones como una cesta de índices, un índice, una cesta de valores cotizados o una divisa) son las fórmulas más socorridas y en ellas se refugia la mayor parte del dinero que los españoles tienen en fondos de inversión. Habría que sumar otro segmento de bastante atractivo en los últimos años, los fondos de renta fija a corto plazo, que también ofrecen escuálidas rentabilidades, pero siempre están en positivo.

Pero la gama de posibilidades no se agota aquí. En los últimos dos años, los inversores españoles se han visto seducidos por una nueva oleada de novedades cuyo denominador común es el de asumir esa necesidad que ha ido en aumento entre el colectivo de los inversores, la de su aversión al riesgo. Es de esta forma como han nacido numerosas ofertas con nombres a veces imaginativos, con envolturas muchas veces diferenciadas, pero con un objetivo común: que el inversor no pierda dinero, pero que la rentabilidad supere al Fiamm. Fondos monetarios dinámicos, de retorno absoluto, gestionados por VaR (value at risk, es decir, con límite de pérdidas), de gestión alternativa (muy diferente de los hedge funds), multiestrategia (otra forma de llamar a los mixtos, aunque con mayor movilidad en la asignación de activos) y un largo etcétera.

En resumen, el retorno absoluto, es decir, la rentabilidad pura pero por encima del euribor, más un cierto diferencial añadido, es el rasgo común de todas las fórmulas que han ido apareciendo en los dos o tres últimos años, con mayor o menor fortuna. Una de ellas, quizás la más novedosa, es la de los fondos gestionados por el estilo VaR, es decir, con una graduación de nivel de riesgo que el propio inversor conoce de antemano y que le indica de alguna forma no sólo cuál es su riesgo de pérdida máxima a un año, sino cuál es su expectativa de beneficio, tanto mayor cuanto más alto sea el VaR propuesto, que también sirve para fijar el nivel de volatilidad y el grado de incursiones en zonas de riesgo que puede realizar el gestor para obtener los mejores resultados.

El inversor puede elegir en este tipo de fondos su nivel de riesgo, de forma que cuanto más alto es el VaR, mayor es el riesgo de pérdida que afronta aunque mayor sea también la expectativa de beneficio. En lo que atañe al beneficio, la proporcionalidad con el nivel de pérdida no sirve de referencia.

Los fondos gestionados por VaR tienen en la actualidad un patrimonio del orden de los 9.000 millones de euros y han sido la principal apuesta del Santander en los dos últimos años. La entidad es con diferencia el principal emisor de este tipo de fondos. Ello le permite contar con una gama de fondos que presentan niveles de riesgo bastante amplios, desde VaR2 hasta VaR12. Los hay incluso superiores y también por debajo del 2%. La medición del riesgo en estos fondos es una tarea a la que se dedica de forma sistemática el gestor utilizando para ello modelos estadísticos y matemáticos complejos que contienen señales de alerta en función de la evolución de los mercados. 'Este año, las rentabilidades en estos fondos son bastante bajas porque en los fondos con mandatos de riesgo más moderados, y dado que las principales inversiones tienen que ser en la renta fija, los márgenes son ahora muy pequeños debido a la evolución de los tipos de interés en los últimos meses', comenta un gestor de esta entidad, perteneciente al área de fondos gestionados sin índice de referencia.

En la treintena de fondos VaR, las rentabilidades que han logrado en 2004 rara vez han superado niveles del 3%, lo que significa que no han estado acertados en su pretensión de superar la tasa de inflación. Este año, la situación para un tercio de la treintena de fondos parece algo más propicia. Los fondos que tienen un VaR mayor (es decir, un nivel de riesgo asumible superior y, por tanto, un riesgo de pérdida máxima también superior) se encuentran en la parte alta de la tabla de rentabilidades, mientras los fondos de VaR bajo suelen situarse en la zona de menores rentabilidades.

El rasgo común de los fondos de retorno absoluto, sean VaR o de otro estilo, es el olvido de todo índice. Nadie les coloca entre el Ibex y la pared o entre cualquier otro índice de renta fija. La idea de retorno absoluto está más bien relacionada con los niveles de inflación y, de forma más estricta, con la superación del euribor. Son los listones que un gestor de retorno absoluto debe superar para poder hablar de éxito en su gestión, siempre sin perder de vista que el inversor ha elegido este tipo de fondos porque su principal objetivo es no perder dinero.

Objetivo, no perder aunque gane poco

Las fórmulas de retorno absoluto son numerosas y no siempre la metodología de gestión por VaR es la más utilizada. La gestora Interdin tiene un fondo de retorno absoluto, el Interdin Global Fondos, que invierte en otros fondos de tres gestoras seleccionadas especializadas a su vez en fondos de retorno absoluto.'El primer objetivo de un fondo de retorno absoluto es el de que el inversor no pierda, lo que enfrenta a este tipo de fondos con los modelos tradicionales de gestión, que suelen tener como objetivo superar un índice', explica Albert Forcadell, responsable de la gestión de este fondo.'El modelo es un sistema cuantitativo, con una cartera compuesta por fondos de renta fija y de renta variable y que siempre actúa en contado, es decir, sin derivados. El sistema de gestión dispone de 96 modelos alternativos, todos ellos con potencial para generar rendimientos absolutos, que realizan sus distribuciones a partir de un universo de 150 fondos. Con periodicidad semanal, el modelo que mejor ha funcionado en las últimas semanas se adapta para establecer la actualización de la cartera. Todos los modelos reducen la volatilidad de las carteras que proponen si los mercados son bajistas, de manera que cuando no hay inversiones interesantes o apropiadas, la volatilidad se reduce hasta colocar la mayor parte de la inversión en fondos de corto plazo', explica Albert Forcadell.Este fondo 'busca ganar siempre, aunque cuando todos ganen este ganará menos, ya que el rango de volatilidad es menor. No hay un objetivo cuantitativo de rentabilidad establecido sino cualitativo, el de no perder', afirma Rodrigo Achirica, director general de la gestora. 'El resultado dependerá de la situación del mercado. En el ejercicio anual, si la generación de resultados es notable, ello puede permitir la asunción de una volatilidad mayor. En caso contrario, la inestabilidad de los mercados se traduce en niveles bajos de riesgo y, por lo tanto, los resultados serán discretos', señala Forcadell.

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