Batalla legal por una colección de arte expoliada en la época nazi
Lo que comenzó como un enfrentamiento por una acuarela realizada en 1917 por el pintor expresionista austriaco Egon Schiele se ha convertido en una batalla legal por obras de arte que podrían valer más de 80 millones de euros. En el conflicto está involucrados Sotheby's, mayor cada de subastas del mundo, el filántropo de Boston David Bakalar, varios importantes comerciantes de arte y los herederos de un cantante de cabaret vienés que murió en un campo de concentración nazi.
La pugna legal comenzó el pasado 21 de marzo, cuando Bakalar presentó una demanda en un tribunal federal de Nueva York contra Leon Fischer y Milos Vavra, que dicen ser los herederos del cantante Fritz Grunbaum. Bakalar, de 80 años, mantiene que Fischer y Vavra sabotearon sus intentos de vender Mujer sentada con pierna izquierda doblada, una erótica obra de una mujer sin cabeza realizada en papel, al afirmar ser los propietarios legítimos de la acuarela.
Bakalar, fundador de Transitron Electronic Corporation, vendió la pieza por 596.000 euros el pasado 10 de febrero en una subasta de Sotheby's, en Londres. Posteriormente, Sotheby's anuló la venta y comunicó a Bakalar que guardaría la pieza hasta que se resolviera la cuestión de la propiedad.
Las obras reclamadas, entre ellas 55 dibujos y cinco óleos de Schiele valorados en 80 millones de euros, están dispersas por todo el mundo
'Debido a las reclamaciones irresponsables e inciertas de los acusados, se ha perjudicado significativamente al demandante', afirman los abogados de Bakalar, que piden al tribunal que declare a éste dueño legítimo de la acuarela y se le pague una compensación por daños.
El pasado 1 de junio, Fischer y Vavra presentaron una contrademanda en un tribunal federal de Nueva York en la que alegan que deberían obtener la posesión de todas las obras de arte que pertenecieron a Grunbaum. La petición está basada en un inventario de la colección del cantante llevado a cabo por los nazis en 1938, cuando fue enviado a un campo de concentración y su colección fue almacenada.
Fischer y Vavra dicen que estas obras, entre ellas 55 dibujos grandes a color y cinco óleos de Schiele, están dispersos en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, como la Leopold Foundation en Viena, el Art Institute of Chicago y el Museum of Modern Art (MOMA) en Nueva York.
En la contrademanda, Fischer y Vavra mantienen que 'las obras o fueron robadas de la propiedad de Grunbaum o fueron objeto de una venta obligada, y que cualquier transferencia subsiguiente no era válida, legal o de buena fe'.
Fischer, un comerciante de sellos de Nueva de York de 64 años y Vavra, que vive en Praga, mantienen que Sotheby's sabía antes de la venta que se había cuestionado la propiedad de la acuarela a través de una carta que les remitió la Organización de la Comunidad Judía de Viena, donde se le solicitaba que retirase la pieza por dudas sobre su titularidad.
Bakalar, que adquirió la obra en 1963, alega en su demanda que 'esto no es sobre el Holocausto. Es una venta voluntaria de un familiar cercano a Fritz Grunbaum, que ocurrió años después de la guerra y que no se cuestionó durante décadas'. Aunque no existe un valor oficial para colección de Schiele, Andrea Crane, marchante de arte de la galería Jan Krugier de Nueva York y experto en las vanguardias de entreguerras, estima que las obras podría valer más de 80 millones de euros.
Pero esta no es la primera vez que la polémica ronda una pieza que llegó a pertenecer a Grunbaum. En 1998, la redactora de The New York Times Rita Reif y su hermana Kathleen reclamaron la propiedad de Ciudad Muerta III, una pintura realizada en 1911 por Schiele y que fue cedida por la Leopold Foundation de Viena al MOMA.
La colección de Grunbaum no salió a la luz hasta los años cincuenta, cuando buena parte de las obras fueron expuestas por la galería Suiza Kipstein & Kornfeld, y después vendidas a un marchante de arte.