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Buen gobierno

La auditoría impulsa un sistema mundial de gestión de riesgos

En la mayor parte de los países el marco regulatorio del buen gobierno incluye la obligación de informar sobre la gestión de los riesgos del negocio. Por eso, un grupo de asociaciones profesionales de auditores estadounidenses ha impulsado una metodología internacional cuyo uso recomienda el regulador de los mercados estadounidense (SEC).

Quienes están familiarizados con esta herramienta de gestión de riesgos lo denominan COSO. Una jerga que, en realidad, hace referencia a la organización que ha impulsado la creación del sistema, el Commitee of Sponsoring Organizations of the Treadway Comission (COSO), formado por prestigiosas asociaciones profesionales estadounidenses de auditores. Y aunque el uso del COSO 1 se había popularizado ya entre los gestores de las empresas españolas, la firma de servicios profesionales PricewaterhouseCoopers (PwC) acaba de presentar la actualización de este sistema, (el COSO 2) que incluye, entre otras cosas, aspectos relacionados con la gestión del buen gobierno.

El modelo tiene por objetivo establecer cuáles son los riesgos que afectan a las compañías, relacionados con aspectos estratégicos, operativos, de cumplimiento regulatorio y de los requisitos del buen gobierno que exigen informar con transparencia a terceros, y que va más allá de la información estrictamente financiera.

Ramón Abella, uno de los miembros del equipo de PwC que ha trabajado en la adaptación del modelo a España, asegura que no se trata de un modelo puramente técnico, sino que su aplicación supone importantes beneficios para la empresa, desde la eficacia para evaluar la eficacia del buen gobierno, a la mejor y más eficiente asignación de recursos para la gestión de riesgos y oportunidades.

A pesar de que son las sociedades cotizadas las que tienen una obligación específica de informar sobre la gestión de riesgos, el informe cuenta con un apartado adaptado para pymes.

Los expertos de PwC señalan que la verdadera importancia del modelo es su armonización internacional. 'Es un sistema estándar, y ampliamente aceptado para satisfacer las necesidades del reporting de riesgos', explica Abella, quien añade que desde el momento en que está recomendado por la SEC estadounidense para adaptarse a la Ley Sarbanes-Oxley, su utilización se ha extendido con rapidez.

Transparencia, control y responsabilidad

En España, como en otros países, las sociedades cotizadas deben ofrecer en el informe anual de buen gobierno datos sobre la gestión del riesgo. Se trata por tanto de una preocupación que afecta a las empresas a nivel internacional. Por eso el Commitee of Sponsoring Organizations of the Treadway Comission (COSO) ha encargado a PwC la elaboración de un método avalado internacionalmente. Respecto al gobierno corporativo el informe incluye aspectos sobre transparencia (¿están los inversores bien informados acerca de las perspectivas, estrategias y actuaciones de la compañía?), responsabilidad (¿pueden los accionistas estar seguros de que el consejo de administración y la alta dirección manejan sus intereses adecuadamente?) o corporativos (¿se permite a los accionistas intervenir si la dirección está actuando inadecuadamente?).

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