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Cajas

El cura Castillejo deja Cajasur 'sin resentimientos'

Miguel Castillejo se despidió ayer de sus funciones ejecutivas en Cajasur 'sin resentimientos' y con la esperanza de lograr todavía la presidencia de honor de la caja. A la espera de que el obispo de Córdoba, que ha acelerado su jubilación, acepte cuanto antes su renuncia y nombre sucesor, el sacerdote se podría mantener como presidente hasta el verano.

Miguel Castillejo, que lleva más de 30 años en Cajasur y 26 como presidente ejecutivo de la caja cordobesa, escenificó ayer su despedida del cargo en una multitudinaria rueda de prensa y posterior almuerzo final de mandato en el señorial Palacio de Viana de la capital cordobesa. La víspera, el sacerdote presentó ante el consejo de administración de la entidad la renuncia a sus funciones ejecutivas y se mantiene como presidente hasta que el obispo acepte su marcha.

El acuerdo Junta-Iglesia fijó que Castillejo permanecería a los mandos hasta noviembre, una vez culminara la renovación de los órganos de gobierno tras la vuelta de la entidad a la tutela autonómica. Sin embargo, según confesó ayer, el presidente quiere renunciar a liderar el tramo final del proceso una vez aprobados los nuevos estatutos y después de que el propio obispo haya impulsado una reforma en el Cabildo que obliga a la jubilación inmediata de Castillejo por superar los 75 años.

Según los cálculos de la caja, se espera que Juan José Asenjo acepte la salida de escena de Castillejo y nombre a un nuevo sacerdote que lo sustituya antes del verano, de tal forma que pueda empezar a ejercer a partir de septiembre. Sobre los nombres que se postulan para la sucesión (Fernando Cruz-Conde o Juan Moreno), Miguel Castillejo admitió tener 'un gran concepto de todos ellos'. Mientras tanto, el equipo directivo de la entidad se repartirá las funciones ejecutivas que quedan vacantes. El todavía presidente de Cajasur, que compareció oficialmente para presentar los resultados de la caja de 2004, aseguró emocionado que se marcha 'sin resentimientos contra nadie y con la conciencia muy tranquila'. Como balance de su férreo y polémico legado indicó que Cajasur ha pasado de ser una caja 'provinciana y minúscula' a ocupar la segunda posición en el ranking andaluz. A su juicio, le deja a la Iglesia una caja saneada y 'despolitizada', por lo que se mostró muy orgulloso.

En esta nueva etapa de su vida, según dijo, espera poder dedicarse a ordenar sus investigaciones y a gestionar la fundación cultural y religiosa de la caja, que lleva su nombre. Sin embargo, Miguel Castillejo insistió en que aceptará un cargo de honor en la entidad, una posibilidad que no es bien vista por la Junta.

Se activa la póliza de casi tres millones

Miguel Castillejo empezará a cobrar su polémica póliza de jubilación de casi tres millones de euros en cuanto el Obispo de Córdoba acepte su renuncia y nombre a un sucesor.La Junta de Andalucía, que retiró todos los recursos contra la caja cuando se firmó la paz con la Iglesia, mantiene en los tribunales su denuncia sobre este aspecto. Fuentes de la entidad confían en que la Consejería de Economía, que en su día declaró ilegal la póliza pero que no pudo suspenderla, impulsará en breve una reforma de la ley autonómica que normalizará este tipo de indemnizaciones para los presidentes de las cajas antes de que se pronuncien los tribunales.Argumentan que esta nueva legalización de las pólizas de jubilación beneficiará no sólo al presidente de Cajasur, sino también a otros de entidades como Unicaja.En cualquier caso, esperan que en el peor de los supuestos la Junta deba imponer una sanción a la caja cordobesa si la denuncia se resuelve en su contra.

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