Springsteen, solo ante el público en Barcelona y Madrid
Bruce Springsteen está en España. El cantante de Nueva Jersey ha llegado solo, acompañado únicamente de su guitarra y armónica, para ofrecer dos conciertos, hoy en Badalona (Barcelona) y mañana en Madrid, que han despertado una enorme expectación entre sus seguidores.
Desde que Springsteen comenzó su actual gira acústica, el pasado 21 de abril en el mítico Asbury Park, de su estado natal, y hasta llegar hoy a España, el cantante ha visitado una veintena de ciudades de América y Europa, ofreciendo en todas ellas unas actuaciones intensas e íntimas, completamente alejadas de los parámetros que rigen los grandes eventos musicales de las estrellas del rock. Springsteen no sólo actúa en solitario, a muy escasos metros de los espectadores, sino que en diversas ocasiones solicita silencio al público, consciente de que la poesía debe leerse o escucharse en la intimidad.
Y eso son, precisamente, los actuales conciertos de Springsteen, una contenida reunión de admiradores que se disponen a comulgar en silencio con las aproximadamente 25 canciones que, en más de dos horas, componen el show. Aunque la instrumentación dominante es la guitarra acústica y la armónica, también hay canciones que Springsteen interpreta al piano (normalmente cinco en cada concierto), además de otras al órgano, a la guitarra, al piano y al banjo eléctricos, en general una de cada modalidad por noche.
La base fundamental del show son los temas pertenecientes a su último trabajo discográfico, Devils & dust, aparecido en el mercado hace un mes, canciones que acompaña con otras de sus discos anteriores, sobre todo de The river, Nebraska, The rising y The ghost of Tom Joad. El recital no es, sin embargo, una recopilación de éxitos, sino más bien todo contrario, pues sus canciones más famosas (Born to run o Born in the USA, entre otras) aún no han aparecido en el repertorio de ninguno de sus conciertos; por el contrario, cada noche suele incluir algún viejo tema prácticamente olvidado, como The iceman, The promise o Stolen car, entre otros, canciones poco conocidas pero muy valoradas por sus seguidores. En la mayoría de sus conciertos anteriores, Springsteen ha finalizado la tanda de bises, que suele estar compuesta por cinco canciones, con Dream, baby drean, un tema del grupo Suicide que Bruce reinventa en su particular versión no eléctrica.
Tal y como hizo para presentar en público su anterior disco acústico, The ghost of Tom Joad, de 1995, Springsteen ha elegido los pabellones de mediano aforo, tanto para huir de la presencia multitudinaria de público, como para buscar una cercana intimidad con los espectadores. El concierto de hoy en Badalona se celebra en Pabellón Olímpico y el de mañana en Madrid, en el Palacio de Deportes. Igual que ocurrió en la anterior gira acústica, las entradas para los dos únicos espectáculos en España se agotaron a las pocas horas de ponerse a la venta por teléfono.
Los afortunados que dispongan de un boleto para hoy y para mañana -que se han vendido personalizados y son intransferibles, con objeto de evitar la reventa- van a asistir a un mínimo de 120 minutos de magia, la nacida de unas canciones descarnadas, interpretadas con pasión y presentadas desnudas, en su más puro esqueleto. La gira europea de Springsteen finaliza el próximo 25 de junio en Estocolmo.