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Índice de actividad internacional

Los indicadores de la industria se deterioran en Estados Unidos

La actividad industrial americana pierde gas en los primeros meses de este año y las tasas de empleo en el sector anteriores a 2001 siguen sin recuperarse

La industria americana fue uno de los sectores que más acusó la recesión económica de 2001. En este periodo, la producción industrial se redujo un 3,6%. Como consecuencia, el empleo en este sector se vio fuertemente dañado, con un descenso de más de 1.400.000 empleos. Otros sectores de la economía, como los servicios y la construcción, también acusaron la crisis económica, pero a diferencia de la industria, una vez pasado 2001, estos sectores volvieron a evolucionar de forma favorable.

En 2002, la producción de la industria volvió a reducirse, con un descenso del 0,3% y una caída del empleo de 799.000 personas. Fue en la segunda mitad de 2003 cuando se produjo el despegue de la industria, liderada por la reactivación de la inversión en equipos y el repunte del consumo privado por el efecto positivo que el recorte de impuestos tuvo sobre la renta disponible de las familias. Pese a ello, la evolución del empleo en este sector siguió siendo negativa con un descenso de 614 mil personas en el conjunto del año.

En 2004 la industria americana creció a una elevada tasa del 4,1%, pese a ello el empleo apenas aumentó en 37.000 personas. En lo que va de año la producción industrial ha seguido expandiéndose con un aumento acumulado del 0,4% desde principios de año. Si embargo, el empleo ha vuelto a caer en la industria. Desde enero acumula un descenso de 26.000 personas.

Sorprende que tres años después de la crisis económica, el empleo en este sector no se haya recuperado, ni tan siquiera de forma parcial. Desde 2001, se han destruido más de 2.500.000 empleos y no parece que a medio plazo vayan a recuperarse. Básicamente hay dos razones que podrían explicar este hecho. El aumento de la productividad en la industria y la sustitución de bienes de manufacturas nacionales por bienes de importación, como consecuencia de una mayor globalización.

Respecto a la situación actual del sector, cabe hablar de una ligera pérdida de gas en lo que va de año. El IPI de abril ha sido peor del previsto con un aumento del 3,1% (3,8% en el primer trimestre). La pérdida de gas de la industria se debe al deterioro del IPI de consumo, que ha vuelto a defraudar en abril, con un aumento del 1,4%. De cara a los próximos meses, mantenemos expectativas de desaceleración en este sector. El fuerte deterioro en los pedidos de manufacturas y de bienes duraderos, unido a otros factores como la caída del empleo en la industria, y la negativa evolución del índice ISM, avalan estas expectativas.

Preocupa la evolución de los precios

La mayor preocupación radica ahora en la evolución de los precios. La inflación de los bienes de consumo ha aumentado 3 décimas en marzo, situándose en el 3,2% interanual. Por su parte, la inflación subyacente se ha elevado una décima, colocándose en el 2,4%. El repunte de la inflación no parece explicarse por la subida del precio del crudo, ya que los precios energéticos se han desacelerado respecto a meses anteriores. Mantenemos la previsión de inflación del 3%.

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