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Los efectos del 'no' francés

El mercado salda el primer día tras el rechazo con una caída del euro del 1%

No hubo tragedia en el día después. El rechazo francés a la Constitución pasó ayer casi inadvertido en Bolsa. Provocó una moderada caída del euro, un 0,9%, hasta 1,247 dólares, caída que benefició a las empresas exportadoras y que ayudó a las Bolsas a subir.

Tranquilidad en el parqué. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, pidió ayer a los mercados que actuasen con serenidad ante el rechazo de los franceses a la Constitución Europea y, aunque este tratado queda ahora en el alero, el resultado del referéndum pasó de puntillas por las Bolsas. Salvo Zurich (-0,03%), ningún mercado europeo cerró a la baja. Se registraron, de hecho subidas respetables, como el 0,91% del Ibex y el 0,8% del Dax.

Almunia añadió que el impacto negativo sobre el euro sería 'no sólo mínimo, sino efímero'. Pero la moneda única sí se resintió de la incertidumbre política que se cierne sobre la UE. Cayó casi un 0,9% hasta niveles de 1,247. El euro no cotizaba por debajo de 1,25 dólares desde mediados de octubre pasado.

'A largo plazo hay implicaciones negativas para el euro, pero apuntan más hacia un lento retroceso que hacia un descenso dramático', valora en un informe Shahab Jalinoos, estratega de ABN Amro. El banco holandés cree que todo el posible castigo al euro frente al dólar ya está prácticamente descontado.

El euro pierde un 8% en lo que va de año y los expertos recuerdan que esta mala trayectoria tiene más que ver con la parálisis económica de Europa que con las tribulaciones de la Constitución Europea. Así, la OCDE espera que EE UU crezca este año un 3,6%, frente al 1,2% de la zona euro.

Si los movimientos en esta divisa están casi descontados, la presión parece trasladarse ahora a otras monedas europeas. Aunque la libra y el franco suizo apenas registraron movimientos, la corona sueca perdió un 0,75% y la noruega, un 0,82%. Los retrocesos en monedas emergentes oscilaron del 0,88% del florín húngaro al 1,15% de la corona eslovaca. Entre los perdedores también se contaron el zloty polaco y la corona checa.

Si las monedas sufrieron un poco más de la cuenta, las Bolsas de los países de la ampliación resistieron el envite. El mayor retroceso fue el de Bratislava (-0,91%) y el mayor ascenso, el 0,24% de Riga. Entre los aspirantes a ingresar en la UE, el sesgo fue mayoritariamente negativo. Ucrania perdió un 1,46%, Croacia se dejó un 0,58% y Bulgaria, un 0,57%. Rumanía cerró sin cambios., Turquía avanzó un espectacular 2,15%.

Más que de perdedores, en la jornada de ayer se habló de ganadores. Los analistas consideran que si alguien saca una ventaja directa del no a la Constitución Europea son las empresas exportadoras, gracias al euro débil. El sector fue claramente alcista en la primera jornada de la semana por una explicación clara: el valor de sus ventas se incrementa en Estados Unidos al fortalecerse el billete verde. En este grupo, las automovilísticas son las que más tienen que celebrar. Volkswagen, Porsche y DaimlerChrysler concluyeron con avances del 0,43%, 1,11% y 0,37%. Peugeot, fabricante francés, ganó el 0,48%. Renault, en contra, cayó el 0,29%.

Por su parte, Philips, que en el último año el 23% de las ventas procedieron de EE UU ganó un 0,62%.

No obstante, los bancos acapararon la atención de los inversores entre opas en marcha y otras con las que se especula. Sanpaolo, Deutsche Bank o ABN Amro subieron el 2%, 1,97% y 1,06%. BNP Paribas y Société Générale cayeron el 4,13% y 3,60% por rumores que apuntan a un interés por la compra de Commerzbank.

En cuanto al mercado de deuda, pocos cambios. La rentabilidad del bono alemán cayó al 3,332%, y la del español subió al 3,323%. Los analistas creen que la deuda de los países emergentes puede ser la más dañada a medio plazo.

Las lecciones del rechazo danés a Maastricht

La construcción de la UE es veterana en tropiezos. Al hilo del no francés a la Constitución Europea, los expertos recuerdan que el rechazo de Dinamarca al Tratado de Maastricht en el referéndum de junio de 1992 tuvo un efecto más importante. 'A nivel de mercado, el impacto fue mucho mayor que este no francés y la clave es que ahora los mercados están dirigidos por tendencias globales, mientras que entonces la política tenía una repercusión mayor', explica Juan Laborda, de Barclays Bank.Copenhague cayó más de un 4,7% el 3 de junio de 1992, el día después del referéndum. Lo importante es que el rechazo danés a la piedra angular desató una oleada de euroescepticismo en una Europa atribulada por la fuerte crisis laboral y económica que azotaba a todo el Continente. El Euro Stoxx se embarcó en una espiral descendente que llevó al índice de los mejores valores de Europa a perder un 19,9% en cuatro meses.Los índices se recuperaron en el tramo final del año, después de que la UE aceptara un protocolo especial para Dinamarca que permitió que los daneses ratificaran Maastricht en una segunda consulta, en mayo de 1993. El Euro Stoxx perdió un 6,8% en la segunda mitad del año, pero el balance del año fue de una revalorización del 3,3%.

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