Las empresas del Pacto Mundial se enfrentan a su primer examen
No basta con adherirse a movimientos de prestigio como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. La mejor manera de progresar en el campo de la responsabilidad social corporativa es medir las acciones emprendidas. Por eso, las empresas participantes deberán demostrar antes de que acabe junio que, de verdad, ponen en práctica los diez principios que recoge el pacto.
La base de la credibilidad de un movimiento de responsabilidad social corporativa como el del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, al que se encuentran adheridas casi 2.000 empresas de 80 países, es demostrar que no es papel mojado. Se ha hablado mucho de los peligros de que la responsabilidad corporativa sea utilizada como una mera herramienta de marketing. Por eso, el pasado mes de abril, el presidente del Global Compact, Georg Kell, envió una carta a todas las empresas firmantes para comunicarles una novedad.
A partir de este año las empresas adheridas a este movimiento, que Kell califica como 'la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social', deberán comunicar los progresos en la aplicación de los principios del Pacto Mundial 'mediante informes financieros, de sostenibilidad, sitios web u otros medios de comunicación'. La fecha tope para la presentación del informe es el 30 de junio. Las empresas que no presenten esta comunicación durante dos años consecutivos se considerarán 'inactivas' en el pacto.
Los principios del Pacto Mundial obligan a las empresas a apoyar y respetar la protección de los derechos humanos y asegurarse de que sus filiales no son cómplices en la vulneración de los mismos. Además, deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva, la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción, la erradicación del trabajo infantil, la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo, mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente, fomente las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental y facilitar el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Por último, deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno.
Una guía para que cumplir sea fácil
No hay excusas. Ha comenzado la cuenta atrás para que las empresas adheridas al Pacto Mundial envíen a la oficina de este organismo una prueba de que están cumpliendo con los aspectos a los que se comprometieron. Y para facilitar al máximo esta tarea, el pacto ha puesto a disposición de las compañías firmantes, sea cual sea su tamaño, sector o ámbito geográfico en el que operan, una guía de ayuda con consejos útiles y trucos prácticos.La guía incluye ejemplos sobre cómo otras entidades han comunicado su progreso hasta el momento y sugiere varios indicadores, tanto del Global Reporting Iniciative (GRI), como de otras organizaciones de prestigio, que pueden ser empleados para facilitar la medición del progreso.La guía ha sido elaborada por un equipo internacional de expertos pertenecientes al Instituto de Empresa, GRI, Telefónica, PricewaterhouseCoopers España, Uniethos y la oficina del Global Compact.