Iberia repliega alas

El temor que han despertado en Iberia las pérdidas del primer trimestre ha dictado el riguroso plan de contención de gastos anunciado por la compañía. También por el interés de no perder espacio en el negocio del sector aéreo comercial a escala global. Tras diez años de beneficios, un récord único entre las aerolíneas europeas y estadounidenses, Iberia se siente amenazada por la fuerte subida del crudo, la creciente presencia de las compañías de bajo coste y la competencia que supondrán los trenes de alta velocidad en los próximos años. Por ello ha decidido que su principal prioridad es la reducción de costes. Contempla recortarlos entre 550 y 600 millones de euros en los próximos tres años a través, básicamente, de la renovación de flota y de la congelación de salarios (unos 28 millones para 2005). La acogida del mercado y de los sindicatos dirán cuán viable es este plan.