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Crédito

S&P cree que se ha reducido el riesgo de más 'ángeles caídos'

Standard & Poor's dice que lo peor ha pasado ya. En 2005, el ritmo de aumento de los llamados fallen angels (ángeles caídos), empresas cuyos bonos han sido rebajados a categoría basura y perdido el grado de inversión, ha sobrepasado el de 2004, pero el riesgo de que haya muchas más se ha rebajado.

GM y Ford no están solas. De acuerdo con la agencia crediticia que el 5 de mayo les rebajó a la categoría de no inversión su deuda, hasta el 9 de mayo de 2005 habían entrado en el reino de los fallen angels 16 compañías. En ese mismo periodo del año anterior fueron 11 los emisores de deuda que descendieron a ese rango.

Y es que a las llamativas rebajas de calificación de la deuda de estos dos gigantes de la automoción estadounidenses se han unido recientemente las de otras dos corporaciones de peso, la aseguradora AIG y el fabricante de material fotográfico Kodak. En algún momento de su larga historia, todas ellas han tenido también la calificación más elevada de S&P, la triple A.

Esta caída ha dejado en alerta al mercado de bonos pero desde S&P se tranquiliza a los inversores al asegurar que la aceleración del ritmo de empresas caídas en lo que va de año 'reduce en cierta medida la cantidad de deuda potencialmente afectada', emitida por entidades que estén cerca del punto en el que pueden caer a rango especulativo.

Además, los analistas de esta agencia aseguran que pese a todo, en lo que va de año, los ángeles caídos todavía están por detrás de las empresas conocidas como rising stars (estrellas en alza) es decir, emisoras de bonos cuya calidad ha mejorado y aunque pueden aún tener la categoría de basura están camino de mejorar su graduación para llegar a la de inversión.

El efecto de estos ángeles tiene que ser tomado en cuenta porque según ha concluido S&P estos emisores de deuda son importantes para los inversores porque superan a sus pares en valoración financiera. Este bíblico título, es importante para los tenedores de la deuda porque según un reciente estudio histórico de la propia Standard & Poor's en la que se analiza el comportamiento de estos emisores en los últimos 24 años, los ángeles caídos tienen casi el doble de posibilidades de caer en mora que aquellos cuya deuda fue calificada de especulativa en el momento de su creación. Los momentos más peligrosos son los tres o cuatro años que siguen a la rebaja.

En el lado positivo, los que se recuperan tienen más posibilidades de convertirse en estrellas 'probablemente por la mayor fortaleza de su modelo de negocio', asegura este estudio.

Seis estadounidenses en el Olimpo de la triple A

De acuerdo con las estadísticas históricas de Standard & Poor's, de las 32 empresas que gozaban de una deuda en esta categoría en los tres primeros años de la década de los ochenta, sólo seis corporaciones han conseguido mantenerse en ella. UPS, Johnson & Johnson, Automatic Data Processing, General Electric, Exxon Mobil (la que lleva más tiempo en este trono, desde julio de 1949) y Pfizer.Para S&P, Exxon y GE, que llegó a la triple A en abril de 1956, son sobrevivientes natas y en el caso de la petrolera incluso en momentos difíciles como las crisis del crudo o la catástrofe medioambiental provocada por el Exxon Valdez. Para la agencia de calificación de deuda es su posición competitiva y unas políticas financieras conservadoras los factores que han contribuido a que no se haya apeado de la cumbre.Según los analistas de S&P, muchas compañías perdieron estas tres aes por cambios en las políticas financieras que las hicieron más agresivas a la hora de tomar riesgos. 'La revolución de los accionistas' fue el empuje que necesitaban las empresas para buscar nuevas estrategias de negocio y endeudamiento que llevaron a la rebaja del rating. Otras perdieron niveles simplemente por el cambio en la situación de sus mercados, por la evolución tecnología o porque terminaron siendo adquiridas por otras empresas. 'Desde 1980', explica Nicholas Riccio, coautor de este estudio, sólo ha habido dos años en los que las subidas de calificación de deuda han sido superiores a las rebajas.No obstante, en S&P insisten que la pérdida de la triple A no debe ser tomada como un factor negativo, porque muchas empresas han ganado competitividad gracias al mayor riesgo tomado.

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