'No hay motivos para el pesimismo mientras EE UU crezca más del 3%'
El estratega jefe de Espírito Santo en España, Rodrigo Pinheiro, cree que las incertidumbres que asoman sobre la economía mundial no tienen por qué empañar el optimismo sobre la renta variable. Si se asume un escenario de crecimiento en Estados Unidos por encima del 3% y de relativa estabilidad del precio del petróleo, los inversores irán recuperando la confianza.
Pregunta Abril fue para la Bolsa el peor mes desde marzo del año pasado. Hay quien interpreta las caídas como una simple toma de beneficios y quien ve detrás un cambio más profundo. ¿Cómo lo interpreta usted?
'Aunque la economía está floja, las compañías tienen balances saludables y hay mucha liquidez en el mercado'
Respuesta Es una toma de beneficios porque los inversores viven un momento de incertidumbre. No se sabe muy bien hacia dónde se camina. La incertidumbre reside fundamentalmente en saber hacia dónde va la política monetaria, pendiente a su vez del crecimiento económico. El rumbo que tomen los tipos y el ritmo que imponga la Reserva Federal va a ser determinante en los próximos meses. Además, el petróleo está desempeñando un papel clave en la psicología del mercado.
P ¿Qué tiene que pasar para que el inversor recupere la confianza, la Bolsa adquiera un rumbo más claro y no esté tan sensible a cualquier noticia?
R Si el crecimiento de la economía norteamericana no se va por debajo del 3% y el precio del petróleo no se dispara y se mantiene más o menos estable no hay motivos para ser pesimista respecto a la evolución de las Bolsas en la segunda parte del año. El inversor recuperará la confianza. Soy relativamente optimista.
P ¿Cuáles son los principales argumentos para este optimismo?
R Aunque la economía está floja, las empresas están muy bien, tienen mucho dinero. Hay mucha liquidez en los mercados y muchas facilidades para acceder al crédito. Los resultados empresariales están siendo mejor de lo previsto. Las compañías norteamericanas tienen balances muy saludables y mucha caja. Lo más importante es que el crecimiento de la economía no se vaya por debajo del 3% para que se mantengan los crecimientos de los beneficios empresariales. En general, la situación de las compañías es muy buena. El problema de las economías tiene que ver más con la situación de las familias, que están muy endeudadas. Los ajustes se tienen que producir sobre el balance de las familias. Por eso es tan importante el ritmo que imponga la Fed en los tipos.
P ¿Y qué perspectivas tiene?
R Las subidas se van a parar en agosto, cuando los tipos se sitúen en el 3,5%. En este nivel, la Fed sopesará cuál es el impacto sobre el crecimiento y lo que aguanta la economía. El problema de Estados Unidos es fundamentalmente un problema de ahorro, tanto de las familias como del gobierno. La Fed tiene plena conciencia de eso. Podría solucionarlo subiendo los tipos de forma agresiva, hasta el 5%, pero lo está haciendo poco a poco sopesando otros riesgos. Creemos que va a testar con los tipos en el 3,5% a ver qué pasa.
P ¿Y en Europa?
R No veo cambios, ni al alza ni a la baja en todo el año.
P ¿Con este panorama en Europa y Estados Unidos ¿Cuáles son sus recomendaciones para el inversor?
R Claramente la renta variable europea, porque aunque la economía está como está, el diferencial de valoración todavía juega a favor de Europa.
P ¿En la Bolsa española?
R Las compañías españolas, en particular, están entre las más fuertes de Europa en este momento y así va a continuar mientras siga también el diferencial de crecimiento del PIB. Tras las correcciones de los últimos meses, vemos más atractivo en algunos valores grandes, como Telefónica, pero también creemos que hay oportunidades muy interesantes en compañías medianas y pequeñas como Logista, el Banco Pastor o Gamesa.
P La rentabilidad por dividendo ha sostenido hasta ahora el recorrido de buena parte de los valores. ¿Lo seguirá haciendo o primarán otros criterios, como el crecimiento?
R Las empresas tienen pocas oportunidades de inversión y están devolviendo el dinero a sus accionistas. Si encuentran oportunidades de compra valdría la pena intentarlo, porque el dinero está barato y las empresas tienen caja. El peligro es que los precios suban porque todo el mundo se decida a comprar y se pague demasiado caro.
europa 'El problema es político y el mayor riesgo, recurrir al proteccionismo'
'El problema de Europa es un problema regulatorio y de flexibilidad. Sin reformas profundas, Europa no puede crecer de forma sostenida en el futuro'. Rodrigo Pinheiro explica así el decepcionante crecimiento en Europa y la excesiva dependencia de la economía mundial y de los mercados respecto a la evolución de Estados Unidos. La economía europea sigue dando muestras de atonía 'aunque las compañías están mejor y están más saneadas gracias a los procesos de reestructuración vividos en los últimos años'.El problema es 'fundamentalmente político, porque son los propios gobiernos los que limitan ese crecimiento, al no decidirse a hacer las reformas necesarias'. Pero, además, 'hay un riesgo de que algo cambie para peor, y es que se vuelva al proteccionismo'. Pinheiro cree que existe el temor de que llegue un momento en que la situación sea insostenible (se disparen las cifras de desempleo en Alemania, por ejemplo) y crezca la presión por la necesidad de las reformas.'El problema es que los gobiernos y los bancos centrales no consigan ajustar los desequilibrios con mayor flexibilidad y opten por hacerlo por vías menos ordotoxas', advierte. 'Si las economías no consiguen solventar sus problemas estructurales -en Estados Unidos, la falta de ahorro y, en Europa, el problema de la creación de empleo-, si los gobiernos no promueven políticas para conseguirlo, pueden acabar recurriendo al proteccionismo. Y 'eso es lo peor que podría pasar a la economía mundial'. Entre otros males, 'el proteccionismo acabaría por generar un problema de inflación y de crecimiento de los tipos de interés y ese es el principal riesgo que veo para la economía global y para los mercados de renta variable', señala el analista.