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CincoSentidos

La tragedia rondó en la apertura de San Isidro

La tragedia rondó por la Plaza de las Ventas en la primera corrida de la Feria de San Isidro. Ángel Gómez Escorial, en el sexto toro, se situó de rodillas frente a la puerta de chiqueros, para dar una larga cambiada a porta gayola, pero el toro de José Escolar se lo llevó por delante. Cuando se levantó, completamente desorientado y pálido, la gente pensaba que llevaba una cornada en el cuello. E incluso su petición de que le llevasen a la enfermería preció confirmar la gravedad del percance. Afortunadamente, todo quedó en un susto y en fuerte golpe en el cuello, pero Gómez Escorial pudo lidiar y matar al toro, tan complicado y tan poco apto para el toreo como el resto de sus hermanos que ayer estrenaron la feria madrileña.

Hasta ese momento, lo más destacado de la corrida había sido el valor con que Domingo López Chaves se enfrentó al primero de su lote. No fue mejor este toro que los otros, aunque en las manos del torero salmantino sí que lo pareció. Su capacidad para aguantar las miradas del toro, y su firme decisión para dejarle meter la cabeza, hicieron posible durante breves instantes el milagro. Pero el toro no llevaba nada bueno dentro, y la faena muy pronto languideció. Arrastrado fuera de la plaza el de Escolar, López Chaves recibió la única ovación de una corrida en la que todo lo demás fueron silencios.

Abrió la corrida, y la feria, José Pedro Prados, El Fundi, un auténtico especialista en toros de estas características. El primer astado de la tarde ya denotó varias de las características que luego tuvo el encierro entero: hechuras asaltilladas, listeza en su comportamiento y en general no demasiada fuerza. Excepto el quinto, que fue muy protestado por flojo, ninguno de los otros toros rodó decididamente por la arena, aunque a casi todos se les protestó su endeblez.

Los difíciles toros de José Escolar frustraron la primera corrida de Feria

Así sucedió con el primero de la tarde, un toro que envistió bien al capote por el lado derecho y que prometió mucho más de lo que finalmente dio. El Fundi, tan curtido en estas batallas, supo entender bien al de Escolar, procurando en todo momento citarle cruzado y llevarle muy prendido en la muleta. De esta manera, el toro no sacaba a relucir sus muchos problemas. Pero tampoco acabó de rematar, pues muy pronto se puso soso. La faena de El Fundi fue un ejercicio de pulso y precisión, una obra perfectamente calibrada que el público no tuvo en cuenta.

Era el primer toro de la tarde y se esperaban tantas cosas buenas que la faena pareció en ese momento muy poca cosa. Y, sin embargo, no lo fue.

Gómez Escorial también había recibido a porta gayola al primero de su lote, pero esta vez la suerte le salió limpia. El torero de Alcobendas no tiene aún el oficio de El Fundi, y tampoco mostró la firme decisión de López Chaves; de ahí que la faena fuese un intento de muchas cosas, pero un logro de casi ninguna. La faena a su segundo toro, el del percance y probablemente el peor del lote, fue muy breve. Salvo intentarlo por los dos pitones, nada más pudo hacer.

Como tampoco nada lograron El Fundi ni López Chaves en sus segundos toros. José Pedro Prados volvió a mostrar su oficio con otro toro complicado, y López Chaves tuvo que entrar muy pronto a matar ante el clima de protestas que se vivía en la plaza debido a la poca fuerza de un toro que también tuvo grandes complicaciones.

Luego salió el sexto y debido al gran susto que protagonizó Gómez Escorial fue el único momento en que la plaza despertó de una primera corrida que pasará sin pena ni gloria.

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