Las otras rutas del mítico Orient Express
Su nombre está unido al del histórico y literario tren que concluía en Estambul después de atravesar Europa. Pero el Orient Express ha promovido y prestado su estilo a otras rutas, algunas ya clásicas, que discurren por diversos lugares del mundo. No obstante, todas tienen algo en común: desde el lujo al champán, el caviar o las delicadas copas de cristal, y también un cierto aire de decadencia, como si el mundo en esos glamourosos vagones se hubiera detenido hace tiempo.
Quizá la elección más atractiva para un viajero occidental es la ruta que discurre por el sudeste asiático. El Eastern & Oriental Express va desde Singapur y Kuala Lumpur hasta Bangkok. Pero los pasajeros pueden abandonar el tren para contemplar mejor las poblaciones que atraviesan en Singapur, Malasia o Tailandia. Y así es posible visitar diversas localidades como Hua Hin, Hat Yai, Penang o ver el cinematográfico río Kwai, y asimismo hacer paseos en rickshaw entre templos hindúes o budistas. En total, unos 2.000 kilómetros que se recorren en dos noches y tres días si se elige el viaje más largo.
Pero la latitud por la que fluye este tren no ha cambiado demasiado las formas, y se mantienen las costumbres de la histórica línea europea. La cocina es eurasiática, la tripulación exótica; se recomienda el uso de vestimenta elegante y se desaconseja usar jeans o pantalón corto. Para los gestores de la Eastern & Oriental Express es una forma de contribuir a la elegante atmósfera que desean los viajeros.
En todas las líneas se conserva el estilo de la que iba por Europa hasta Estambul
Otra alternativa con el sello de Orient Expres es la que ofrece el Royal Scotsman. El atractivo de este viaje, que puede durar hasta siete noches, es contemplar los impactantes paisajes de Escocia a bordo de lo que los directivos de esta línea férrea definen como un lujoso hotel rodante. Y aquí el clasicismo del ambiente y la decoración se imponen a cualquier posible desliz. Coches de estilo eduardiano, suites ornamentadas con madera de caoba y un vagón-mirador, desde el que se puede disfrutar de los cambiantes y a veces salvajes panoramas escoceses. Y además el restaurante de The Royal Scotsman, especializado en preparar el famoso pescado de Escocia, es, según los entendidos, uno de los mejores de Gran Bretaña. Los precios están a la altura de las prestaciones y así el Grand North Western (opción que dura siete noches) cuesta 4.680 libras por persona (incluida comida, bebida y actividades).
En Perú se encuentra otras de las rutas ferroviarias de Orient Expres. Y es posible ir desde la ciudad de Cuzco hasta las ruinas de Machu Picchu o de Arequipa al lago de Titicaca. También en este caso, los coches observatorios son uno de los principales atractivos de la línea, y permiten contemplar, rodeado del clásico confort que ofrece la compañía, paisajes, templos y ruinas únicos.
Desde el Northen Belle, que sale desde diversas ciudades inglesas, como Manchester, Liverpool o York, se recorre Gran Bretaña a través de diversos itinerarios que pueden durar un fin de semana o un único día. Pero el más completo es el Gran Tour of Great Britain, que dura siete días y seis noches, con paradas en hoteles de Edimburgo, Chester y Bath. El Northern Belle, para 252 pasajeros, puede fletarse para excursiones privadas.
Y con el British Pullman, un tren que también utiliza, después de haberlos restaurado, coches de los años 20 del pasado siglo, es posible ir desde la londinense estación de Victoria a diversas ciudades europeas. Es la opción más parecida a la legendaria ruta que recorría Europa Central y acababa en Turquía, y que ahora se reedita una vez al año.
Cruceros por el Asia más recóndita
Recorrer el río Ayeyarwady puede ser una de las mejores vías para atravesar Myanmar (antigua Birmania) y sumergirse en el Asia más profunda. Desde el Road of Mandalay, crucero fluvial del Orient Express, se divisan lugares míticos, a veces olvidados, impresionantes templos y ciudades que rememoran antiguas guerras coloniales. Y así se llega a Mandalay, uno de los objetivos del crucero, que fue la última capital birmana hasta que el país fue conquistado por el ejército británico.El viaje, que se realiza en un buque decorado por Venice Simplon-Orient Express es, además, una inmersión en las prestaciones que proporciona el lujo diseñado para privilegiados viajeros. El barco, además de contar con camarotes y salas en los que se han incorporado muebles y tallas tradicionales de Birmania, dispone de piscina y de amplios miradores para ver al pasar los paisajes y habitantes del que fue un legendario reino. Los precios, aunque depende del programa y del periodo del año, oscilan entre los 1.440 libras a 2.300 libras por persona.También el crucero que discurre por la Polinesia francesa parece diseñado para disfrutar de uno de los lugares más ansiados por los occidentales. El viaje Motu Miti combina seis días a bordo de un yate con otras cuatro jornadas en el Bora Bora Lagoon Resort & spa.