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Gobierno

Zapatero supedita la reforma laboral al diálogo social

La relación entre el presidente del Gobierno y el secretario general de UGT sigue instalada en la luna de miel, como ambos demostraron ayer en la sede del sindicato.

El pretexto que condujo a José Luis Rodríguez Zapatero a la sede de UGT fue la celebración de una asamblea de delegados del sindicato, ante la que hizo una 'rendición de cuentas' de su primer año de Gobierno. Cándido Méndez aprovechó la ocasión para rechazar el posible abaratamiento del despido y Zapatero para calificar de 'tesoro' el diálogo social y comprometerse a no mover una coma de la legislación laboral sin el concurso de sindicatos y empresarios.

'El problema no es el coste del despido, sino el uso indebido de los contratos temporales', diagnosticó el responsable de UGT. 'No habrá ninguna reforma del mercado laboral que no se haga con el acuerdo de empresarios y sindicatos. Ese es mi compromiso. El Gobierno apoyará todo lo que pongáis encima de la mesa', le contestó el presidente del Gobierno.

Zapatero fue recibido y despedido en la sede de UGT con una canción de Ketama. Hasta allí le acompañaron el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y el jefe de su Oficina Económica, Miguel Sebastián. Nada de lo que escucharon sus oídos de boca de Cándido Méndez se aparta de sus líneas de Gobierno. El secretario general de UGT no sólo elogió la política económica, sino que respaldó el 'golpe de timón' que se intenta dar desde el Ejecutivo para apostar por la mayor productividad y la inversión en nuevas tecnologías.

Como en su casa

Tan agradable se le hizo lo que escuchó, que el presidente confesó: 'Qué bien se está en casa, en la sede de UGT'. Y, a continuación, agradeció al sindicato el apoyo recibido en la pasada campaña electoral, durante la que acudió a la misma sede de la madrileña Avenida de América y prometió repetir la cita como presidente del Gobierno. Ayer hubo renovación del compromiso: acudirá todos los años para reunirse con los miembros del sindicato y rendir cuentas.

Pese a las incertidumbres que generan el debate territorial y la coyuntura vasca, el presidente del Gobierno se considera 'fuerte' para agotar la legislatura. 'Dentro de tres años', dijo, 'volveremos a tener la confianza de los ciudadanos'.

En este horizonte fue en el que Méndez enmarcó la necesidad de modificar el patrón de crecimiento heredado del PP, consolidar una potente política de protección social, que se vertebrará a través de la nueva Ley de Dependencia, y recuperar una política industrial que amplíe la base del modelo productivo y permita equilibrar la balanza comercial.

Crecimiento por encima de las previsiones

Zapatero no descartó que España crezca este año por encima del 3%, a la vista del buen comportamiento de los principales indicadores económicos. Delante de los delegados de UGT, recordó que en el último año se han creado 800.000 puestos de trabajo, se ha reducido el paro en 100.000 personas y se han cumplido algunas de las promesas estrella del programa electoral como el aumento de las becas, de las pensiones más bajas y del Salario Mínimo Interprofesional, que al final de la legislatura llegará a los 600 euros mensuales.El presidente añadió que en los presupuestos del Estado para el año que viene el gasto en investigación, desarrollo e innovación crecerá otro 25%.

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