Gallardo triplica su tamaño con la compra de tres plantas a Arcerlor
El grupo Gallardo ha cerrado la mayor operación corporativa de su historia, una estrategia que le permitirá triplicar su facturación hasta totalizar 1.500 millones de euros. La firma extremeña anunció ayer la compra de tres plantas siderúrgicas propiedad de Arcelor y situadas en el País Vasco y Madrid.
El grupo Alfonso Gallardo gana peso en el panorama siderúrgico. La firma extremeña se ha aupado al segundo puesto entre las empresas españolas de su sector, por detrás de Celsa, que no están controladas por multinacionales.
La operación, anunciada también por Arcelor y sujeta a la autorización de Competencia, le permitirá a Gallardo hacerse con el control de Corrugados Azpeitia y Corrugados Laso, ambas en Guipúzcoa, y Corrugados Getafe, en Madrid. La compra de estas tres plantas, hasta ahora en la órbita de Arcelor, le permitirá aumentar su capacidad en 1,7 millones de toneladas de productos largos destinados principalmente al sector de la construcción y engordar su facturación en 848 millones.
El nuevo grupo Gallardo contará con factorías en Asturias, Madrid, País Vasco y Extremadura, una plantilla de 2.400 personas y una facturación de 1.500 millones, el triple que la actual.
Alfonso Gallardo, uno de los principales productores nacionales del sector del acero, está invirtiendo 300 millones en la ampliación de su siderurgia ubicada en Jerez de los Caballeros. La nueva instalación, que estará operativa en 2006 y permitirá la creación de 500 empleos directos, le permitirá triplicar la producción de Siderúrgica Balboa, una de sus empresas participadas.
Pero la compañía extremeña, creada hace 40 años, también tiene intereses en otros campos. Alfonso Gallardo inaugurará en Alconera (Badajoz) dentro de mes y medio una fábrica de cemento, propiedad de su filial Cementos Balboa, en la que ha invertido 120 millones de euros.
La inversión más importante que tiene en cartera este grupo es la construcción de una refinería en Tierra de Barros (Badajoz), que tendrá un coste de 1.200 millones de euros y estará operativa, en principio, en el ejercicio de 2009. En el proyecto, que nace con un capital social de 360 millones, participan, además de Alfonso Gallardo, con un 40%, la Sociedad de Fomento de Extremadura (Sofidex) con otro 20%. El resto se los reparten otros accionistas entre los que se encuentran varias entidades financieras.