Aranjuez estrena el segundo casino de Madrid
Yo le he enseñado a usted a poner así esa carta? Entonces, ¿por qué la tuerce? Déjela recta como las otras dos'. Amparo González es la responsable de formar a los 230 nuevos crupieres del Gran Casino de Aranjuez. Es estricta con sus alumnos, pero, sobre todo, es detallista. Explica al periodista que en otros casinos se tiene la costumbre de girar levemente la última carta cuando en el black jack un cliente alcanza los 21 puntos. 'En Comar no lo hacemos', enfatiza.
Comar es la empresa gallega propietaria del nuevo casino de Madrid que se va a inaugurar en Aranjuez a finales de mayo o principios de junio. 'Estamos trabajando tres turnos diarios, incluidos festivos, para tenerlo todo a punto', matiza José Campos, responsable de marketing del grupo gallego dedicado al ocio relacionado con el juego. El de Aranjuez hace el número 19 de sus casinos; nueve en España, siete entre República Dominicana y Venezuela, uno en la República Checa y los otros dos restantes a bordo de barcos de crucero.
Pero el de Aranjuez es un concepto distinto. Sin ser exactamente como los casinos de Las Vegas, 'es más del gusto europeo', explica Campos; se asemeja bastante a los estadounidenses. 'No son simples salas de juego, sino un gran complejo de multiocio' dice.
Se trata, como reza su publicidad, de 35.000 metros cuadrados dedicados al ocio, al juego y a la diversión. Y aunque el juego será su punto fuerte, como en todos los casinos del mundo, hay que remarcar su apuesta por los espectáculos como un factor diferenciador y determinante para atraer los clientes, tanto a los que ya han visitado otros casinos como a los neófitos que nunca han pisado uno.
Con todo, el de Aranjuez no supone una revolución en España. Como declara Heliodoro Giner, secretario general de la Asociación Española de Casinos de Juego (Comar no pertenece a esta asociación), los casinos españoles tienden cada vez más hacia ese modelo multiocio frente a las meras salas de juego. Pero quizá Aranjuez vaya un paso más allá. Además de las mesas de juego -que pueden rondar las 50, aunque todavía está sin decidir- y las 100 máquinas, el casino dispone de dos discotecas, cuatro restaurantes, sala de espectáculos para 1.400 personas (cena más espectáculo por unos 100 euros), salas de convenciones para grupos de hasta 3.000 personas, bares, cafeterías o jardines. 'La gente piensa que a los casinos se viene sólo a jugar. No es así, no se obliga a nadie a sentarse a las mesas o a echar monedas a las máquinas. Se puede venir a cenar, a tomar una copa o a ver el espectáculo', aclara el responsable de marketing.
José Campos se preocupa en explicar el hecho diferencial que supone la sala de espectáculos. 'Ofreceremos obras estables, como cualquier teatro. 'Hemos preparado un musical que no va a envidiar a ningún casino de Las Vegas. Muy visual, por vestuario, música y escenografía', asegura. Y no quiere desvelar más porque, junto con las medidas de seguridad que se están instalando estos días en el interior del casino, es el secreto mejor guardado. Cambiará cada seis o nueve meses y, además del espectáculo estable, se ofrecerán otros temporales. Para poder afrontar la necesidad de espectáculos, Comar ha montado su propia empresa dedicada a tales menesteres.
No obstante, como buen casino, su fuerte será el juego. El de Aranjuez ofrecerá las seis modalidades permitidas en la Comunidad de Madrid: ruleta francesa, ruleta americana, black jack, póquer, punto y banca y chemin de fer o bacará. Estos días se afanan los futuros crupieres en formarse y prepararse para estar a la altura del que puede ser el casino más grande de España; al menos tan grande como el de Barcelona (55 mesas) y el otro de Madrid, Torrelodones (50 mesas).
Aspirantes a crupieres
Unos 230 jóvenes se intercambian en los puestos de crupier y de jugador. Están bajo las órdenes de Amparo González, 25 años como crupier en casinos de Comar y ahora responsable de la formación del grupo. Les enseña a estar muy atentos a los detalles y sobre todo a la calidad del servicio y a la candidez. La amabilidad es la llave maestra en un casino.
'Les desarrollamos la habilidad manual, la de cálculo, la elegancia de movimientos y la amabilidad', explica. Son jóvenes de Aranjuez y de los alrededores en su mayoría, muchos de ellos sin ningún oficio definido. Porque no quieren gente con experiencia, prefieren pulirlos ellos directamente.
Sorprenden con habilidades insospechadas. Cogen las fichas y hacen montones exactos de veinte unidades que cortan en montones de diez y luego de cinco y vuelta a empezar. Y no fallan. 'Al principio las habilidades manuales parecían las más difíciles. Pero lo más complicado son los cálculos mentales', dicen dos futuros crupieres del casino de Aranjuez. Y es que están prohibidas las calculadoras y deben saber cuánto corresponde a cada apuesta en pocos segundos. Tienen algunos truquillos nemotécnicos. Todos aprenden tres juegos obligatoriamente: ruleta americana, black jack y póquer. Después, según sus habilidades, les irán especializando en alguno de los seis juegos que van a ofrecer en Aranjuez.
En Comar calculan que siete de cada diez visitantes provendrán de la región de Madrid o de las provincias limítrofes. El otro 30% procederá de convenciones que se realicen en el casino o de otros eventos. Pero la capital ya cuenta con un casino, por lo que la clientela de la zona no es 'novata', como remarca Amparo González. Por este motivo, a los nuevos crupieres les acompañarán otros 50 o 60 con experiencia que Comar sacará de sus otros ocho casinos españoles. Además, serán los encargados de sala.
Madrid ahora y Las Palmas, en breve, serán las únicas ciudades españolas con dos casinos. Desde el punto de vista de José Campos, esto no supone un handicap, sino más bien una oportunidad. 'No tenemos que competir con Torrelodones; Madrid tiene suficiente población para los dos. Además, lo importante es que al ampliar la oferta podemos generar un nuevo mercado, ampliarlo', resalta Campos. Esperan, más o menos, medio millón de visitantes al año. Como ventaja, cuentan con el entorno turístico de Aranjuez, su gran riqueza patrimonial. 'El casino será un atractivo más', apuntan.
Urbanismo. Motor de un gran complejo
El Gran Casino de Aranjuez es el vértice de un gran desarrollo urbanístico. Incluye, además del casino, 2.745 viviendas, un hotel, un campo de golf, centros comerciales y zonas dotacionales sociales y deportivas.
Concurso. Al igual que el resto de los casinos que hay en España, el de Aranjuez es fruto de un concurso convocado por el Gobierno regional; en este caso, el de la Comunidad de Madrid en 2003. El concurso fue ganado por dos empresas gallegas, la inmobiliaria Fadesa, que se hizo cargo de la construcción de las viviendas, el hotel y el campo de golf, y Comar, propietaria y gestora del casino.
Revalorización del 35%. Las viviendas, en su mayoría casas adosadas (aunque las hay de todo tipo), están todas vendidas y se entregarán a partir de octubre. El 45% es vivienda protegida y el resto, vivienda libre. Sin haber sido todavía habitadas ya se están revendiendo un 35% más caras. El éxito de la promoción ha llevado a la inmobiliaria Fadesa a desarrollar una segunda promoción. Aunque fuentes de la inmobiliaria no han aclarado cuántas viviendas se construirán en esta segunda fase, lo cierto es que no sólo disponen del nuevo suelo, sino que ya se está empezando a urbanizar.
Es un negocio para el Gobierno regional, ya que antes de convocarse el concurso, la Comunidad Autónoma de Madrid adquirió los terrenos y luego los vendió con una plusvalía de casi 3.000 millones de las antiguas pesetas a los adjudicatarios del concurso.
El campo de golf es la otra atracción del proyecto. Ya construido, cuenta con 18 hoyos y es propiedad de Fadesa. La gestión la llevará la empresa Finagolf, con la que la inmobiliaria tiene un acuerdo. Son 40 hectáreas de extensión que se divisan desde cualquier parte de la urbanización. Además se complementa con un campo de prácticas de 1,8 hectáreas y un putting-green de 620 metros cuadrados.
Un hotel de cuatro estrellas superior está ubicado junto al casino. De 200 habitaciones, cuenta además con SPA, piscinas, áreas de juegos infantiles y diferentes pistas deportivas. Está explotado por la cadena Barceló, que mantiene un acuerdo con Fadesa.
El área comercial ocupará unos 60.000 metros cuadrados.