En España existen 35 locales, más seis que abrirán este año
El de Aranjuez hará el número 36 de los casinos españoles, dos de ellos (Gandía y Torrevieja), de temporada. Pero en breve habrá más. Antes de que finalice el año se abrirán en Logroño, Badajoz, Sevilla, el segundo de Las Palmas y otro de temporada en Jaca, según explica Heliodoro Giner, secretario general de la Asociación Española de Casinos, que agrupa a 21 de los 35 locales actuales (el grupo Comar y la cadena Cirsa están fuera). Como matiza Giner, 'hay mucho movimiento en el sector'.
Según el directivo de la asociación, no hay cifras de la facturación total del sector, solamente datos oficiales referidos en exclusiva a la actividad del juego. Pero, cada vez más, una parte de la facturación de los casinos proviene de sus actividades paralelas como los espectáculos o la restauración. 'Aunque son deficitarias, pues los casinos los utilizan para atraer nuevos clientes, por lo que tienen precios muy competitivos', aclara.
Los últimos datos de la Comisión Nacional del Juego, de 2003, cifran en 26.727 millones lo que gastaron los españoles en juegos. De ellos, 1.914 millones, el 7,2%, fue a los casinos, con un incremento respecto al año anterior de un 3,27%. Esto supone una caída sobre el 6,59% de 2002 y está lejos del 9,86% de 2001. Giner resalta que el número de visitantes a los casinos está reduciéndose cada año, aunque esa caída se compensa con el aumento del gasto medio por jugador. Según la comisión del juego, en 2003 pasaron por los casinos españoles 2,96 millones de personas, 114.907 menos que el año anterior. El descenso es continuado desde 2000, año en que los casinos recibieron 3,29 millones de personas.
Sin embargo, el dinero jugado en los casinos está lejos de significar ingresos directos para sus propietarios, pues una buena parte se destina a premios. Así, según el estudio, en 2003 el conjunto de casinos españoles facturaron 423 millones de euros, de los que 262 provinieron de las mesas, 101 de la máquinas, 66 millones de propinas y 2,87 de las entradas. Cada visitante gastó de media en su estancia en el casino 88,59 euros sólo en las mesas, sin contar las máquinas, las propinas ni la entrada. Esta media fluctúa entre los 140 euros en Murcia y los 33,42 de Cantabria.
Quejas del sector
Al margen de los datos, el sector está quejoso por la actitud que se muestra desde los poderes públicos, por una especie de 'hipocresía, ya que las ciudades presumen de tener un casino, del glamour que ofrece y su efecto económico, pero luego tratan el juego con muchos prejuicios', declara Giner.
En el listado de agravios puede citarse la rigidez normativa que, entre otras cosas, establece que los casinos deben situarse a las afueras de las ciudades o que prohíbe la publicidad del juego. 'Esto nos impide explicar a la gente cuál es la realidad de los casinos, pues hay muchos prejuicios por desconocimiento', resaltan en el sector. Sólo se pueden publicitar las otras actividades, como espectáculos o restaurantes. Además, todo se complica al estar la competencia transferida, lo que implica diferencias por comunidades autónomas y dificulta posibles cambios normativos. En estos momentos, el catalán y el andaluz son los Gobiernos regionales más aperturistas respecto al juego.
Los impuestos (tasas de juego, IAE que se abona por mesa y el de sociedades) se consideran excesivos. Y a todo ello se suma la competencia desleal de casinos y juegos a través de internet.
Esto puede explicar, en parte, por qué la popularización de los casinos en España dista mucho de otros países europeos. Así, los 423 millones recaudados en 2003 en los 32 casinos españoles están lejos de los 2.592 millones de Francia, los 1.088 de Alemania y los 1.000 del Reino Unido. Y aún más distantes de Italia, donde sólo cuatro casinos facturaron 597 millones, o Grecia, que, con sus ocho casinos, sumó 544 millones de euros.