Hoteles, un negocio de príncipes
El hotel Intercontinental de París, situado en la Rue de Castiglione, en el centro de la capital francesa, puede convertirse en la primera propiedad fuera de Dubai del príncipe Sheikh Mohammed bin Rashid al-Maktoum.
Dubai Holding, sociedad controlada por Sheik Mohammed, negocia hacerse con el inmueble, que cuenta con 438 habitaciones, según confirmó Anne Bleeker, portavoz del Jumeirah International, la filial del Dubai Holding que gestiona el negocio hotelero. Se da la circunstancia de que el príncipe saudí Alwaleed binTalal, el quinto hombre más rico del mundo, dio marcha atrás en febrero en las negociaciones que mantenía para hacerse con el mismo establecimiento, ya que consideró que el precio exigido por Intercontinental era demasiado elevado.
Alwaleed bin Talal también era, hasta hace bien poco, el propietario del mítico hotel Plaza de Nueva York junto a la compañía inglesa Millenium and Copthorne. Ambos dueños decidieron venderlo el pasado verano por 553 millones de euros a la empresa inmobiliaria El Ad Properties.
Al poderío saudita parece haber seguido ahora el del emirato hermanado. El Gobierno de Dubai, el segundo mayor miembro de Emiratos Árabes Unidos, ha invertido al menos 3.500 millones en lo que va de año en la compra de compañías extranjeras, incluyendo una participación del 3% en DaimlerChryler y el grupo Tussauds, propietario del famoso museo de cera londinense.
La enorme liquidez de los emiratos procede de la venta de petróleo, que sólo el año pasado generó en estos países unos ingresos de 180.000 millones de dólares, según Standard Chartered.
El grupo hotelero saudí Jumeirah International, que fue creado en 1997, gestiona hoteles en Dubai y Londres, incluyendo el Burj Al Arab, el hotel más alto del mundo, que tiene forma de barco, y el Carlton Towers de Londres.
Intercontinental, el mayor grupo hotelero mundial, está abandonando la propiedad de los hoteles para centrase en la gestión, siguiendo el modelo utilizado por los grupos hoteleros estadounidenses como Marriott, que gestiona y franquicia los establecimientos de otros propietarios.
Desde septiembre pasado, busca comprador para los inmuebles, 75 propiedades en todo el mundo cuya venta negocia de forma individualizada para maximizar los ingresos.
Intercontinental quiere ingresar 300 millones de euros por el Intercontinental de París, según declaró hace un mes un portavoz, pero no ha cerrado todavía ningún tipo de acuerdo.
El grupo hotelero, que opera más de medio millón de habitaciones en el mundo, compró el hotel parisino en 1998. En el primer trimestre, llegó a un acuerdo para transferir su hotel de Central Park en Nueva por 63,5 millones de dólares.
La decisión de vender este hotel, uno de os más emblemáticos de la ciudad, correspondió a la estrategia de la cadena británica de desprenderse de activos y separar las sociedades IHG y Six Continents.
Venta de activos ante la crisis
La cadena británica Intercontinental se ha propuesto vender la mayoría de sus activos y quedarse sólo con algunos establecimientos en propiedad, situados en las grandes ciudades. El objetivo último es convertirse en una gran cadena de gestión de hoteles y de administración de franquicias, en un momento de serias dificultades para el grupo. Hasta ahora, la cadena se ha desprendido de 50 hoteles y le restan todavía por vender un centenar.