Un gesto de la UE hacia el sector textil
La Comisión Europea ha decidido activar los mecanismos de protección previstos en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ante una avalancha de importaciones de algún socio comercial. El país en cuestión es China y los bienes que podrían acabar sufriendo restricciones en su entrada a la UE son nueve productos textiles (camisetas, jerséis, sujetadores y calcetines, entre otros). Bruselas se rinde a las quejas del sector y a la evidencia de sus propias cifras, que muestran incrementos de entre el 51% y 534% en las entradas de esos productos desde China, después de que el 1 de enero de 2004 la UE suprimiera las cuotas de importación en el sector textil.
El gesto de la Comisión sirve para tranquilizar al sector y desactivar un resbaladizo contencioso, hasta que varias capitales superen el delicado periodo político que atraviesan. La decisión a regañadientes del comisario de Comercio, Peter Mandelson, de iniciar las consultas con China para solucionar el problema se da tras la imperativa reclamación del presidente francés, Jacques Chirac. París afronta el 29 de mayo un decisivo referéndum sobre la Constitución europea. Y la liberalización y el temor a las deslocalizaciones preocupan a un electorado galo que, según los sondeos, se inclina por abortar el proyecto constitucional.
La crisis del sector textil y su impotencia ante China ilustran la incertidumbre que atenaza a la UE. La Unión es uno de los principales beneficiados de la incorporación del gigante chino al comercio mundial (los recientes viajes a Pekín de Chirac y del canciller alemán, Gerhard Schröder, han reportado a sus países una millonaria cartera de pedidos). Aun así, la envergadura de la transformación económica del planeta alimenta reflejos proteccionistas e inquietud en los sectores que ven más complicado el nuevo escenario.
El textil, como el calzado, el mueble o el juguete, y otros como el automóvil, debe asumir el reto de la inevitable competencia de países emergentes y responder con innovación, tecnología y valor añadido. La avalancha no se va a dominar con gestos tan efímeros como congelar un tiempo la entrada de los calcetines chinos.