Danone, a la caza de su filial en España
La multinacional francesa Danone está interesada en hacerse con el 100% del capital de su filial española. Así lo reconoció ayer el portavoz de la compañía Laurent Sacchi a la agencia Bloomberg. Precisó que la empresa presidida por Frank Riboud no ha hecho una oferta formal por la participación actualmente en manos de cuatro familias españolas (Carasso, Fuster, Portabella y Botton).
Lo que sí ha hecho Danone es adquirir un compromiso de compra sin fecha de vencimiento con estas cuatro familias para adquirir su participación en el momento en el que cualquiera de ellos quiera desinvertir mediante el ejercicio de una opción de venta.
La opción, tal y como adelantó ayer Cinco Días, equivale a una oferta permanente sobre la participación de las familias. Danone ha desvelado que en la actualidad el precio de ejercicio de la opción es de 1.860 millones de euros por el 44% de los minoritarios, lo que supone una valoración implícita de 4.227 millones para Danone España, si bien el compromiso que mantiene Danone con sus socios establece que el precio varía en función de la rentabilidad y de la situación financiera.
A pesar de lo jugoso de la contraprestación, que supone dar a la compañía española una valoración de 21 veces su beneficio anual de 2003, fuentes de Danone aseguraron que ninguno de los accionistas minoritarios españoles ha manifestado ninguna voluntad de desprenderse de esta participación. A esta negativa contribuye sin duda el hecho de que Danone es muy generoso en la retribución anual de sus accionistas. La compañía repartió en 2003 todo su beneficio como dividendo y a las cuatro familias les correspondieron 81,8 millones de euros.
Danone ha hecho público por primera vez el compromiso que mantiene con sus socios españoles con ocasión de la reciente publicación de su auditoría del ejercicio 2004. En ese documento remitido a la autoridad bursátil francesa no se detalla sin embargo desde cuándo esta vigente la opción.
El compromiso de compra a los minoritarios no es exclusivo de la filial española. La compañía reconoce también en su informe de auditoría que mantiene el mismo pacto respecto de los minoritarios de su filial en Asia. En este caso, sus socios asiáticos decidieron ejercer parte de la opción de venta el pasado mes de enero. Tras la operación la participación de la compañía presidida por Frank Riboud en esta filial ha pasado del 93,56% al 96,78% actual. El grupo francés reconoce que el pacto de recompra de su subsidiaria asiática asciende a 150 millones.
La multinacional asegura que se ha visto obligada a cuantificar el precio de la opción de compra obligada por lo dispuesto en la actual normativa contable. Entiende que es un mecanismo más de trasparencia al objeto de que sus accionistas tengan información precisa sobre el coste real que tienen sus compromisos financieros.
Explican que la cifra de 1.860 millones de euros la establecieron los auditores que se encargan de las cuentas de la compañía en virtud de los activos y de los resultados de la filial. Y detallan que su evolución futura por ahora no se puede precisar.
En cualquier caso, consideró que 'sería difícil alejarse' de esa cantidad, puntualizó.
Un entronque histórico con la empresa
Las cuatro familias accionistas minoritarias de Danone tienen una de estrechísima relación con la historia de la filial española del grupo.Aunque Danone no da detalles sobre qué porcentaje de participación concreta posee cada una de las cuatro ramas, la principal sin duda es la familia Carasso. Liderada por Daniel Carasso, hijo del fundador Isaac Carasso, y consejero tanto de la filial española como de la matriz francesa. Su padre denominó a su empresa utilizando el diminutivo familiar del nombre de su hijo. De origen judío-sefardí esta familia fue expulsada de España por los Reyes Católicos. Emigró a Grecia, desde donde Isaac Carasso retornó a España en 1919, año en el que fundó Danone. Además de Daniel, Isaac Carasso tuvo dos hijas -las dos ya fallecidas-; una de ellas se caso con Mario Botton, quien fue uno de los primeros directores de la fábrica. Su familia es otra de las accionistas tras su fallecimiento a la edad de cien años en 2003.La familia Portabella se entronca con la compañía en 1941. Carasso encomendó ese año a su hombre de confianza, Luis Portabella, la dirección cuando se vio forzado a emigrar a Estados Unidos por el estallido de la segunda Guerra Mundial. Por último la familia Fuster llega al accionariado de Danone cuando la empresa española compra con acciones a Ricardo Fuster una láctea que poseía en Valencia. Fuster fue presidente de Danone de 1984 a 1999.Su entronque con el grupo francés Danone arranca cuando el grupo BSN, fundado por Antoine Ribaud, adquirió en Francia a Carasso la filial francesa Danone-Gervais. Esta operación permitió al grupo galo, que luego cambió su razón social por Danone, entrar en el capital de lo que hoy es su filial. En 1991 alcanzó la participación que hoy disfruta.