La Bolsa entra en pérdidas anuales

Pocas veces una caída del 1,41% deja al bolsista algún resquicio de alivio. Ayer fue uno de esos días. A primera hora de la mañana se vislumbraba un lunes negro en los mercados. Las órdenes de venta se agolpaban en el arranque de la jornada al hilo de los malos resultados de Philips y de la tensión entre China y Japón. Noticias que hurgaban en la herida abierta el pasado viernes por IBM, que el viernes abrió la veda de los descensos.

Hasta bien entrado el mediodía los mercados internacionales sufrían fuertes pérdidas. El Nikkei había cerrado con una caída del 3,8% y, en el peor momento del día el Ibex llegó a retroceder un 2,36%. Pero al final la sangre no llegó al río. A medida que la apertura de las Bolsas de Estados Unidos se perfilaba como menos mala de lo esperado, los grandes valores respiraron. El Ibex salvó los 9.000 puntos, pero con el 1,41% de ayer el índice está en pérdidas anuales. Cae un 0,6%. Si se asume que la actual corrección del mercado es continuación de la iniciada después de Semana Santa, se trata de una de las fases bajistas más serias desde que comenzó la recuperación bursátil. Un 6,3% se ha dejado la Bolsa desde el 15 de febrero.

En Europa la mayoría de los índices bajó más que el Ibex. El Dax alemán perdió un 2,55% y el Cac parisino el 2,05%, mientras el Footsie británico limitó las caídas al 1,24%. La referencia europea, el Euro Stoxx 50, caía un 2,12%. En Wall Street la tranquilidad de la apertura se mantuvo a lo largo del día, y al cierre el Dow caía el 0,16%, mientras que el S&P ganó un 0,29% y el Nasdaq, un 0,25%.

Por segunda sesión consecutiva, los 35 valores del Ibex cerraron en números rojos

Amplios descensos

En el mercado español, las caídas afectaron a casi todos los valores. Dentro del Ibex, las 35 empresas bajaron por segunda sesión consecutiva, y fuera de este índice sólo un puñado de valores cerró en positivo. Entre ellos destacó Jazztel, el más especulativo del mercado, cuyo comportamiento sorprende al operador más curtido. Tras ver su cotización interrumpida por la mañana por pérdidas que ascendían al 14%, cerró con subida del 5,77%.

Si el Ibex limitó las pérdidas al cierre fue gracias a la mejora en los grandes valores. Ni Telefónica, ni BBVA, ni Santander ni Endesa cayeron más del 2%. De las principales compañías del Ibex, la peor del día fue Repsol YPF, que sufrió una caída del 2,12%. En las dos sesiones de corrección, los peores del Ibex han sido Acciona o Prisa, con caídas de más del 6%, acompañadas por Ferrovial, Arcelor o Iberia. Pero el valor que más ha aportado a los descensos registrados entre el viernes y ayer es Santander, que genera 63 de los 338,7 puntos del Ibex, seguido por Telefónica, con 55. El volumen de negocio volvió a ser muy alto, y se situó por encima de los 4.000 millones de dólares.

Tras este complicado arranque, la semana bursátil se presenta movida. Si Estados Unidos respiró ayer fue en parte porque ya había bajado con fuerza entre martes y viernes, y porque el Dow cae el 6,60% en el año. Un consuelo demasiado fácil para el inversor que ha visto resquebrajarse las buenas perspectivas con las que arrancó 2005. Aunque ya se esperaba el enfriamiento en los resultados empresariales -la comparativa con 2004 no es tan benévola como con 2003-, se han impuesto las pérdidas con las primeras cifras negativas. Pero la temporada acaba de empezar, y puede dar muchas vueltas.

Esta semana presentan cuentas una tercera parte de los valores del índice S&P 500. Los analistas apelan -como es costumbre- a la calma, pero los nervios del mercado y la incertidumbre inversora invitan a pensar en un alza de la volatilidad.