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Legal

Londres investiga las cuentas de Rover al temer que se usó irregularmente un crédito

Los dueños de MG Rover se convierten poco a poco en los culpables de la caída del centenario fabricante británico de automóviles. El Gobierno anunció ayer que va a abrir una investigación de las cuentas de la compañía y los términos de un crédito de 427 millones de libras esterlinas, 625,9 millones de euros, concedido por BMW a los nuevos propietarios en el momento de la operación.

En 1994, el fabricante bávaro de automóviles de lujo BMW vendió MG Rover al fondo de capital riesgo Phoenix por un valor total de 10 libras. Este dinero incluía tanto la firma como la planta de Longbridge, otra factoría de motores. Pero es que, además, BMW facilitó a los compradores, encabezados por John Towers, el citado préstamo. La compañía, rebautizada como MG Rover, nunca logró beneficio alguno, pese a tomar decisiones como segregar los negocios de automoción de otros, entre los que se incluye un salón de conferencias.

La figura de los dueños de Phoenix, de esta manera, cae por momentos ante la opinión pública británica. Hace dos años, ya saltó a los medios la sospecha de que los cuatro propietarios se estaban enriqueciendo ilícitamente a costa de la compañía. El lunes, un grupo de legisladores acusó a Phoenix de 'traicionar' a los trabajadores al haber constituido un fondo de pensiones valorado en 13 millones de libras, poco menos de 20 millones de euros, que le dará a él y a sus socios un sueldo anual de más de 150.000 euros anuales desde su jubilación.

Towers, por su parte, aseguró ayer en una entrevista emitida en la BBC que no 'se le pagaba demasiado', de acuerdo a los estándares del sector, según Bloomberg.

Además, el directivo declaró que 'aún hay esperanza' para Longbridge y que puede que se reanude la producción en la factoría. Los nuevos administradores, por el contrario, aseguraron la semana pasada que es 'poco probable' que Longbridge vuelva a fabricar coches.

MG Rover anunció la suspensión de pagos el 7 de abril. Los administradores concursales, PricewaterhouseCoopers, anunciaron el viernes el despido de 5.000 personas, el 82% de la masa laboral, después de que el grupo chino SAIC, que pretendía aliarse con Rover, descartase definitivamente tal extremo.

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