Ahorro energético
Francia ha diseñado un novedoso mecanismo para impulsar el ahorro energético de consumidores y empresas. Las distribuidoras eléctricas galas que logren recortar un 1% anual el consumo de sus clientes (tanto residenciales como del sector terciario) recibirán certificados blancos que podrán comprarse y venderse en mercado libre. Las eléctricas que no consigan refrenar el consumo de sus clientes deberán comprar esos certificados a sus competidoras, si no quieren ser sancionadas. El Gobierno francés recurre a esta fórmula una vez constatado que las campañas de concienciación pública para promover el ahorro energético han tenido poco efecto. Se trata de una medida complementaria a otras muchas destinadas a poner coto a la espiral de consumo energético y a reducir las emisiones contaminantes, en línea con los compromisos asumidos en el Protocolo de Kioto. Una experiencia que, si tiene éxito, podría ser emulada por otros países como España.