El PIB crecerá un 2,8% este año, aunque se mantiene la incertidumbre
A pesar de los datos positivos sobre crecimiento español, persisten algunos síntomas de debilidad, como el alto nivel de endeudamiento de las familias
El indicador sintético mensual Eriste-5Días aproxima la evolución del ciclo-tendencia del PIB español. En las últimas semanas se ha recibido mucha información confusa sobre el panorama económico para este año. Por un lado, están los vaivenes en el precio del petróleo, que pasa de estar en máximos históricos a caer casi de manera automática al día siguiente; por otro lado, la revisión de la EPA, mostrando un notable aumento de la tasa de actividad con respecto a los datos anteriormente publicados, ha alertado a los economistas sobre una posible revisión al alza de los datos de contabilidad nacional; finalmente, los informes de la Comisión Europea y del FMI (muy pesimistas, especialmente el primero) han rebajado la previsión de crecimiento de las economías occidentales (incluso han apuntado a una posible rebaja de los tipos de interés en la zona euro).
Dado todo esto, y según la evolución reciente de los principales indicadores de actividad y demanda de la economía española, mantenemos un escenario de estabilidad en los ritmos de crecimiento para 2005, pero con riesgos, no desdeñables, de una suave desaceleración. Conservamos nuestra previsión de crecimiento del PIB para el presente ejercicio en el 2,8%. También se mantiene el aumento de la demanda interna que alcanzará un 3,7%. La tenue desaceleración de la demanda doméstica vendrá motivada por la pérdida de fuerza del consumo público y del privado, debido principalmente al alto nivel de endeudamiento que vienen arrastrando las familias. La formación bruta de capital fijo se acelerará ligeramente gracias al empuje de la inversión en bienes de equipo y otros elementos de capital, mientras que la construcción proseguirá con su desaceleración, aunque ésta será menor a la esperada.
El coste del petróleo es el mayor peligro
No obstante, nuestras previsiones actuales podrían verse alteradas por la escalada de los precios del petróleo, que afectaría al comercio mundial y elevaría el contenido de importaciones de nuestro producto interior bruto.La actual previsión está hecha bajo el supuesto de que el precio del barril de Brent (de referencia para Europa) se mantenga en el entorno de los 40 a 45 dólares. Si se confirmara su incremento hasta los 60 dólares, o más, la previsión sobre la aportación del sector exterior al crecimiento del PIB sería revisada y el crecimiento del PIB previsto lo situaríamos en el entorno del 2,5%.Tanto el Fondo Monetario Internacional, como el Banco Central Europeo han alertado la pasada semana de los posibles efectos negativos que tendrá sobre el crecimiento un petróleo caro durante muchos meses.