La ausencia de los grandes desluce el Abierto de España
Severiano Ballesteros, presidente de Amen Corner, empresa que explota los derechos de organización del Abierto de España, no quiso hacer ningún comentario acerca de la ausencia de los principales golfistas nacionales en el torneo que finaliza mañana en el campo gaditano de San Roque.
La mala ubicación en el calendario, justo la semana siguiente del Masters de Augusta y antes de la celebración del Johnnie Walker Classic y del BMW Asian Open, han rebajado la presencia de figuras internacionales en el torneo español, el segundo más antiguo del continente.
Ni José María Olazábal, que hasta ahora no se había perdido ni una sola edición del Abierto de España, ni Sergio García, ganador del mismo en 2002, ni tampoco Miguel Ángel Jiménez, han tomado parte en el Jazztel Abierto de España.
Olazábal no ha disputado la competición porque decidió prolongar su estancia en EE UU para recuperar su tarjeta en el PGA Tour. Jiménez, que antes del Masters jugó el TPC y el BellSouth, ha decidido tomarse una semana de descanso después de tres torneos consecutivos antes de viajar a Pekín donde defiende título por partida doble, en el Johnnie Walker y en el BMW Asian Open de Shanghai. Mientras que García, que salió muy tocado del Masters, ha preferido descansar y poner en orden su juego ante el inicio de la segunda parte del circuito.
Los organizadores del Jazztel Abierto de España han explicado que los dos torneos de China cuentan de una mejor dotación económica en el capítulo destinado a premios y de un elevado presupuesto para abonar importantes fijos de salida a las principales estrellas. Pero Olazábal, Jiménez y García, dicen anteponer su calendario deportivo a los intereses económicos. El torneo español, cuya primera edición se disputó en 1912, reparte 1,65 millones de euros en premios.
Las diferencias entre la Federación Española y Amen Corner, ante la evidencia de que el torneo ha perdido peso en el circuito europeo, han llegado al extremo de plantear una posible rescisión de contrato. Pero Amen Corner no contempla esta opción. Sus responsables aseguran haber cumplido todos los requisitos que pide la federación: contar con un ganador de un grande (Paul Lawrie) y un representante del equipo europeo de la Ryder Cup, (Paul McGinley).
Deportivamente hablando, el torneo de San Roque lo han salvado los representantes españoles que han tomado parte en el mismo. Por primera vez, los jugadores nacionales son mayoría en un torneo del circuito europeo.
Desde hace demasiado tiempo el evento insignia del golf español se salva, temporada a temporada, a trancas y barrancas. El Abierto de Francia, tan cercano, alcanza este año los 3,5 millones de euros en premios, que pasarán a cuatro en 2006.