Francisco Ros: 'Es el momento de invertir'
El Gobierno y las autoridades están decididos a impulsar el desarrollo de la sociedad de la información, de forma que España mejore su posición con respecto a Europa. Pero las empresas deben poner su grano de arena. Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Francisco Ros, en el Foro organizado por Cinco Días, junto con Banco de Madrid y Accenture. 'Las operadoras deben entender que es el momento de volver a invertir', declaró. Y lo hizo ante un auditorio compuesto por un nutrido grupo de altos cargos de empresas del sector, tanto de telecomunicaciones, como de la tecnología y del mundo audiovisual, en lo que supuso casi un llamamiento a la industria que hace posible la sociedad de la información.
Desde el Ejecutivo se contribuirá a que el regreso de la inversión se haga en las mejores condiciones y de forma productiva para las compañías. 'æpermil;ste es un sector muy importante, en el que España se juega mucho, y por ahora no está en una situación muy brillante'. Por ello, el impulso vendrá por dos vías, la regulación y el desarrollo de nuevas tecnologías. En el primer aspecto, Ros se comprometió a poner en marcha o adaptar la regulación de forma que no sea un freno para nadie. Bajo los principios de neutralidad tecnológica y mínima intervención se creará un marco estable para la inversión reclamada y para el despegue de la sociedad de la información.
Diálogo con el sector
Con estas líneas generales, Ros profundizó en las necesidades del sector de telecomunicaciones en concreto y adelantó que tan importante como la regulación o el impulso al desarrollo es mantener abierto el diálogo con los agentes del sector. Los objetivos fundamentales que se ha marcado el Gobierno son 'mejorar la calidad, defender los derechos de los usuarios y lograr los precios más competitivos posibles', en palabras de Ros. Un primer paso en este sentido será la aprobación en fechas 'muy próximas' del reglamento que establecerá el funcionamiento del servicio universal en los próximos años.
Una vez que la crisis provocada por el estallido de la burbuja de las telecomunicaciones ha llegado a su fin, Ros defendió la necesidad de fomentar la competencia y para eso, otra vez, es necesario retomar la inversión.
En el segmento de la telefonía móvil, el secretario de Estado detalló las medidas del plan de actuación ideado para mejorar el servicio, la cobertura, la calidad y rebajar los precios. Ros insistió en que las tres operadoras celulares que operan en España tienen margen para bajar precios, aunque también alabó su operativa. A su juicio, la telefonía móvil nacional tiene una calidad 'en general y comparativamente buena'. También es positiva la cobertura, que es 'de las mejores de Europa, lo que significa que está entre las destacadas en el mundo, porque en la tecnología celular el Viejo Continente es puntero', aseguró, entre las sonrisas de asentimiento de los representantes de las telefónicas celulares en el Foro.
Pero también hubo llamamientos a una mayor intensidad competitiva por parte de las empresas. En este caso, el toque de atención fue para las operadoras de telefonía fija y de Internet. Después de alabar el crecimiento del cable y del ADSL -hay 2,7 millones de conexiones de este tipo, tras un crecimiento de 900.000 en los últimos 12 meses, que supone duplicar las conseguidas en los 12 meses previos-, el secretario de Estado fue tajante al afirmar que el mercado de la banda ancha podría crecer más si las compañías fueran más agresivas. 'Todavía se puede hacer más', aseveró. 'En este diálogo con las sociedades, el Gobierno intenta decirles que sean más agresivos, para hacer más y crecer más'.
A pesar de la insistencia en el impulso a la competencia, el responsable de telecomunicaciones del Ministerio de Industria también tuvo palabras de aliento a los esfuerzos realizados hasta ahora. Uno de los mejores ejemplos de que, aunque pueda mejorarse, hay pulso competitivo está en las cifras de la portabilidad, es decir, los usuarios que se han cambiado de operador conservando su número de teléfono.
Hasta febrero, 1,4 millones de clientes de telefonía fija habían cambiado de telefónica con esta modalidad, mientras que en móvil el volumen asciende a cuatro millones, 2,6 de ellos en el último año. La fotografía final en el segmento celular es que 39,2 millones de residentes en España tienen un móvil en el bolsillo, lo que lleva la penetración por encima del 90% de la población. Con estas últimas cifras, y según el secretario de Estado, Telefónica Móviles tendría el 48,5% del mercado, Vodafone, el 27,8% y Amena, el 23,6%.
Con este escenario, Francisco Ros no fue contundente a la hora de contestar a una de las preguntas que más planea sobre el sector: ¿habrá operadores móviles virtuales? 'Está en estudio', fue la contestación. 'Hay ejemplos en Europa en los que el impacto es positivo y otros en los que ha sido negativo. Cada mercado es distinto y hay que hacer un análisis profundo antes de decidir si se impulsa o no esta figura'.
El Gobierno ve positiva la posible unión de Ono y Auna
Francisco Ros, al final del acto, aseguró que una fusión entre los dos principales operadores de servicios de telecomunicaciones por cable, Ono y Auna, sería 'positiva'. Ros prefirió inscribir su valoración sobre la posible unión en un marco más amplio al asegurar que 'los procesos de consolidación entre empresas son beneficiosos para el mercado'. Es el momento -afirmó- para que las operadoras de telecomunicaciones 'empiecen a consolidarse' para crecer tanto en tamaño como en su oferta de servicios. En su opinión, las empresas 'pequeñas y atomizadas' ejercen un 'menor impacto' en el sector y tienen más difícil dinamizar el mercado de las telecomunicaciones.El secretario de Estado evitó hacer valoraciones sobre el cruce de ofertas de compra que en los últimos meses podría haberse planteado entre Ono y Auna.En relación con este asunto, fuentes bancarias británicas dijeron a Reuters que Ono trabaja con firmas de capital riesgo para lanzar una oferta no sólo por Auna Cable, sino por la totalidad del grupo, que incluye al operador móvil Amena. El valor de la transacción ascendería a 11.000 millones de euros, dijeron las fuentes, que precisaron que Ono ha propuesto quedarse con el negocio de cable de Auna, valorado en cerca de 2.600 millones de euros. Las firmas de capital riesgo asociadas a Ono obtendrían el control de Amena, cuyo valor se sitúa en torno a los 8.000 millones.