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Estados Unidos

Un nuevo jefe para reinventar Wall Street

Es un privilegio presidir el consejo del mayor mercado del mundo en un momento en el que hay una oportunidad histórica'. Marshall Carter mostraba en sus primeras declaraciones como sentía el peso de una institución creada en 1792, en la que cotizan unas 2.800 empresas. Carter, que desde el jueves sustituye a John Reed en la presidencia del mercado, sabe que el parqué ha entrado en un proceso de transición para modernizarse y competir con los electrónicos o los del resto del mundo, que ganan atractivo.

Pero además ha de mejorar su imagen corporativa empañada con el escándalo de las pagas de su ex presidente, Dick Grasso, y las acusaciones de fraude que, tras dos años de investigación, se presentaron ayer por parte de la fiscalía y la SEC sobre 20 especialistas. æpermil;stos controlan más del 85% de las transacciones de esta plaza.

Carter trabajará con John Thain, el consejero delegado quien lleva los varios frentes abiertos en la tarea de la actualización de los mercados. Thain busca aprobación para que la Bolsa se convierta en un mercado híbrido de intermediación tanto electrónica como manual. Seguiría operada, pero sólo en parte, por los especialistas que históricamente han controlado las negociaciones de un mercado que abre sus sesiones con el ceremonial golpe de martillo y lo cierra con una suerte de sirena.

Pero el mercado electrónico es una competencia demasiado dura. La media de tiempo de ejecución de una orden es de 14 segundos, un anacronismo que conlleva sus costes. Por eso Thain quiere ampliar las posibilidades del mercado electrónico para que las compañías de gran liquidez coticen así.

Además, las supuestas irregularidades de los especialistas los ha puesto contra las cuerdas. Pero Thain, no quiere encararse con ellos en sus aspiraciones electrónicas porque, dice, los cree necesarios porque pueden intervenir en los momentos de crisis o pánico. Cuando no pueden encontrarse compradores, los especialistas usan el capital de sus firmas para dar curso a las órdenes de venta. Thain lo repite en sus intervenciones. 'Los mercados totalmente electrónicos no responden bien a ese tipo de eventos, los especialistas minimizan esta volatilidad'. Pese a este argumento, la reciente experiencia de Elan cuestiona en parte este argumento. La cotización de la farmacéutica cayó un 54% el 31 de marzo y la mitad de la negociación se hizo a través de mercados electrónicos.

La propuesta que peor futuro tiene es la de ampliar el horario y abrir el mercado a las 8:30 y no las 9:30, como hasta ahora, para coincidir más tiempo con Europa. Aquí, Thain se ha quedado solo.

Las firmas ven peligrar su negocio

El sistema híbrido preocupa a las firmas de especialistas como LaBranche, Van Der Moolen, Goldman Sachs o Fleet. El hecho de que la transacción electrónica vaya ganando terreno y se plantee un modelo de negociación mixto ha limitado sus expectativas de crecimiento. La Branche, una de las mayores firmas del sector, ya ha comunicado que sus beneficios estarán por debajo de lo previsto.Además, su estatus cotiza a la baja. El precio del último asiento vendido en la Bolsa de Nueva York, cuya propiedad es necesaria para operar como especialista, es de 1,6 millones de dólares casi un millón menos que durante el pico de 1999. Ello es consecuencia directa de que un mercado parcialmente automatizado atraerá hacia el lado electrónico a las empresas de mayor capitalización dejando en manos de los especialistas que animan el parqué de Nueva York las de mediano tamaño. Serán necesarios menos especialistas, que además podrán perder las intermediaciones de las grandes empresas y habrá menos ingresos.

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