Price asume la gestión de MG Rover y buscará un comprador
MG Rover ha designado a PriceWaterhouseCoopers (PwC) como nuevo administrador de la entidad después de que el fabricante de automóviles británico suspendiera pagos el jueves por la noche. PwC asesorará al consejo de MG Rover sobre el camino que la compañía debe recorrer a partir de ahora para superar la crisis. La empresa, además, ha contratado a Eversheds LLP como asesor legal.
Ian Powell uno de los nuevos administradores de la automovilística y jefe de la unidad de reestructuración de negocios de PwC confirmó que la empresa 'ha recibido ya muchas manifestaciones de interés de potenciales compradores, pero preferimos escuchar más'. La suspensión de pagos, no obstante, también supone un pequeño rayo de esperanza para el fabricante, dado que PWC buscará la viabilidad financiera de la compañía antes que satisfacer a acreedores y accionistas.
Los administradores, así, pretenden también poner en marcha conversaciones con el Gobierno británico a efectos de conocer en profundidad bajo que condiciones y con que garantías el ejecutivo estaría dispuesto a facilitar financiación. El Gobierno de Tony Blair señaló el jueves no poder entregar un crédito puente de 100 millones de libras (146 millones de euros) sin tener clara la perspectiva de un futuro acuerdo con SAIC, el socio chino de Rover.
Powell se mostró confiado en poder tener una conversación el Departamento de Industria y Comercio del Gobierno durante el fin de semana. La titular de este departamento, Patricia Hewitt, desveló el viernes que el ejecutivo ofrecerá a los suministradores de MG Rover un paquete de ayudas de 40 millones de libras.
Blair, inmerso como está en plena campaña electoral, aseguró ayer que MG Rover aún puede salvarse y que un acuerdo con SAIC es posible. 'Haremos todo lo que podamos para salvaguardar las vidas y los trabajos de la gente aquí', dijo Blair durante una reunión con sindicalistas y trabajadores MG Rover.
Atentos a
MG Rover se declaró en suspensión de pagos el pasado jueves al fracasar el plan de salvamento que negociaba con el grupo chino Shanghai Automotive, tras la negativa del Gobierno británico a aportar fondos para asegurar la solvencia de la empresa.