La creación del fondo contra las deslocalizaciones divide a la UE
La propuesta de la Comisión Europea de crear un fondo para paliar los efectos de las deslocalizaciones o reestructuraciones empresariales que se produzcan en la UE en los próximos años, generó ayer diferencias entre los Ministros de Trabajo comunitarios.
Así lo reconoció ayer el ministro de Trabajo de Luxemburgo, Francois Biltgen, al término del Consejo informal de Empleo en Luxemburgo en el que se debatió este fondo que se dotará con 1.000 millones de euros anuales.
Además, Bruselas propone que los países creen una reserva, en las partidas presupuestarias de convergencia y competitivividad, que estaría dotada con 2.600 y 1.700 millones de euros, respectivamente. En total, está previsto que el fondo sume 11.300 millones de euros para el periodo de las próximas perspectivas financieras comunitarias (2007-2013).
Pese a que, según el titular español de Trabajo, Jesús Caldera, el resto de sus homólogos también creen que 'usar parte de los fondos estructurales para compensar los efectos de estas reestructuraciones 'es una buena idea', el ministro luxemburgués insistió en que muchos de los Estados miembros señalaron que no se pueden pronunciar sobre la idea de crear ese instrumento hasta que se resuelva la cuestión de las perspectivas financieras 2007-2013, actualmente en negociación.
Sobre las diferencias entre Estados, no quiso referirse a países concretos, pero indicó que, 'como ya conocemos', dentro de los Veinticinco están los países dispuestos a pagar más y los que se oponen a ello.
El siguiente paso es que la creación del fondo sea aprobada por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo.
Por su parte, Caldera propuso a los 25 que las empresas que abandonen Europa devuelvan las ayudas percibidas por instalarse aquí.
De esta forma, hizo suya una propuesta que ya está siendo discutida desde hace más de un año en la negociación de los fondos estructurales.