El otro efecto invernadero
Hoy por hoy convergen dos procesos de recalentamiento global. De uno, el recalentamiento climático, se ha oído hablar desde hace varios años; no es nuevo y es consecuencia del exceso de producción de gases que generan efecto invernadero. En los últimos meses se ha producido un fenómeno paralelo a nivel monetario, y es un recalentamiento global en los precios de las cosas, provocado por los bajos tipos de interés en la mayor parte del mundo.
En pleno proceso de recuperación de la crisis, la política demasiado expansiva genera exceso de liquidez, inflación de bienes y activos y un recalentamiento que lleva al temido estancamiento con inflación. Si se asume como cierto aquello de que la historia se repite y de que la economía es, al fin y al cabo, una simple cuestión de ciclos, la situación es preocupante por sus similitudes con la vivida entre los años 60 y los años 70. Es en este punto en el que las miradas de dirigen hacia Alan Greenspan. El que llegó a ser una suerte de héroe financiero vio después truncada su fama por, según algunos, haber dejado crecer la burbuja tecnológica como la mala hierba, está a nueve meses de la jubilación y tiene ante sí un dilema de proporciones, a juzgar por los comentarios de los analistas, bíblicas.
Si bien buena parte de los desequilibrios de Estados Unidos se pueden solucionar con alzas de tipos, un ritmo excesivo en este movimiento puede ser contraproducente y tener un efecto devastador sobre la recuperación. No todos los expertos creen que este escenario sea evitable.
Pero Credit Suisse no tiene tan claro que la comparación con 1970 sea correcta. Va más atrás: a la transición entre los siglos XIX y XX. Las similitudes las encuentra en un crecimiento rápido, pero muy 'destructivo', es decir, muy cambiante, poca inflación y una tendencia cíclica a que los excesos de ahorro generen burbujas y sucesivas crisis. En este contexto, afirma el banco -tras citar a Keynes-, los tipos serán más bajos que en los 70 y la tendencia de la Bolsa no será bajista pero los ciclos económicos y financieros serán rápidos y violento.